El Imperio contra Julián Assange y el derecho de las personas a ser informadas – Parte II

KBNBWorldNews te cuenta la verdad, sostenla: clica para donar – NECESITAMOS TU APOYO

Lee también: PARTE I Las Principales Revelaciones de WikiLeaks

SEGUNDA PARTE

Por Katia Novella Miller

REPORTAJE EN PROFUNDIDAD / Lectura larga. El pasado lunes 4 de enero de 2021, la jueza británica Vanessa Baraister rechazó la solicitud de EE.UU para extraditar al fundador de WikiLeaks, Julián Assange, a los Estados Unidos, simplemente por considerar que estaría a “alto riesgo de suicidio” en el “brutal sistema penitenciario de Estados Unidos”, apoyando al mismo tiempo todas las acusaciones de la querella estadounidense. De hecho, Vanessa Baraister ha demolido todos los argumentos de la defensa negando que se trate de una persecución política.

“Estamos consternados de que la jueza no mostró preocupación por la libertad de prensa en ninguno de sus comentarios de hoy, y aceptó efectivamente los argumentos de EE.UU de que los periodistas pueden ser procesados por exponer crímenes de guerra y otros secretos gubernamentales, y por proteger sus fuentes”, declaró Marcus Storm, Presidente federal de Medios de Australia (MEAA). “Es un precedente bastante débil contra la extradición de denunciantes y / o en defensa de la prensa libre. La democracia necesita algo mejor que eso”.

“No cambia nada en lo que respecta a la tiranía imperialista global”, escribió la periodista independiente australiana Caitlin Johnstone.

”Es una sentencia muy preocupante”, ha comentado el periodista español Iñaki Gil de San Vicente, ”porque rechazando todos los argumentos de la defensa han abierto una puerta para que los Estados Unidos presenten nuevos cargos. Y decir que han rechazado su extradición debido a su salud puede querer decir de que cuando supere las secuelas de las terribles condiciones que lo han hecho sufrir en estos años y esté nuevamente bien, podrá ser extraditado a EEUU. Existen muchos casos en Occidente y en el mundo de prisioneros, en Irlanda, Palestina, España, entre los saharauis en Marruecos, en América del Sur durante la Operación Condor, etc., que muestran que una vez que el prisionero se ha recuperado, la justicia imperialista les cae encima. Nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo crimen, pero es exactamente esto lo que está ocurriendo en España por ejemplo. Assange podría tener el mismo destino. En este caso, estaríamos delante de una reiteración que crearía jurisprudencia”, un precendente legal por lo tanto una ‘nueva ley’. Lo que significaría que la gente podría ser juzgada dos veces por el mismo cargo si los tribunales y los que están en el poder deciden que el primer juicio no es apropiado o positivo para ellos”, cloncluye Gil de San Vicente.

El 6 de enero, dos días después de haber rechazado su extradicion a Estados Unidos, la misma jueza británica negó a Assange la libertad manteniéndolo en la misma situación que lo ha debilitado y enfermado, en la cárcel de Belmarsh, la prisión de máxima seguridad de Londres, donde está en alto riesgo de Covid19.

”La batalla personal por Assange no terminará hasta que él esté debidamente libre” escribió el escritor y periodista independiente británico Jonathan Cook. ”E incluso entonces tendrá suerte si las diversas formas de encarcelamiento y tortura a las que ha sido sometido en la última década no lo dejan permanentemente traumatizado, emocional y mentalmente dañado, una pálida sombra del sin complejos y vigoroso campeón de la transparencia que fue antes de comenzada su terrible experiencia. Eso por sí solo sería una victoria para los establishments británicos y estadounidenses que estaban tan avergonzados y temerosos de las revelaciones de Wikileaks sobre sus crímenes”.

”Sería bueno imaginar que las clases dirigentes legales, judiciales y políticas británicas han honesta y sinceramente fallado contra la extradición. Es mucho más probable que la verdad sea que sondearon al equipo entrante del nuevo presidente de Estados Unidos Biden y recibieron permiso para renunciar a un fallo inmediato a favor de la extradición, por un tecnicismo”.

De ser extraditado a los Estados Unidos, Julián Assange podría enfrentar un juicio por 18 cargos, 17 de ellos bajo la Ley de Espionaje de 1917, y uno bajo la Ley de Abuso y Fraude Informático. Si es declarado culpable, como probablemente lo sería, podría enfrentar una sentencia de 175 años. También correría un riesgo real de sufrir graves violaciones de derechos humanos, tortura, otros malos tratos, aislamiento inhumano, lo que en parte ya viene sufriendo en Inglaterra, donde ha estado siete años y medio detenido arbitrariamente en la Embajada de Ecuador y en los últimos dos años en Belmarsh, la prisión londinense conocida como la “Guantánamo” de Londres. Julián Assange es el primer editor en enfrentar cargos bajo la Ley de Espionaje de EE.UU.

Como escribió Jonathan Cook, una de las principales razones de la persecución de Assange es que WikiLeaks se atrevió a exponer los crímenes cometidos por Estados Unidos y sus aliados en Europa, Medio Oriente y alrededor del mundo. Miles de personas inocentes asesinadas, secuestradas, torturadas u obligadas a migrar. Los acuerdos entre gobiernos para mantener el actual orden global, injusto, corrupto y destructivo, y mantener las industrias billonarias de armas mortales y financieras. El progresivo control del espionaje a las personas a nivel global. Los procedimientos utilizados para derrocar a los gobiernos “hostiles”en todo el mundo. El creciente poder de las multinacionales, y así sucesivamente.

Para encubrir todo esto y, principalmente, para seguir manipulando a las personas con su narrativa de la realidad y la normalidad, Julián Assange se ha convertido en el principal objetivo. De ahí que muy probablemente la verdadera razón de esta persecución internacional no sea solo una, sino varias.

Assange creó una forma innovadora de hacer periodismo mediante la creación de una plataforma web que ofrecía a los informadores (denunciantes) con información privilegiada la posibilidad de hacer públicos esos secretos o información confidencial, de forma anónima, y a las personas la posibilidad de conocerlos. Algo que no les gusta a las grandes potencias.

Assange y WikiLeaks se han vuelto tan peligrosos después de romper con los valores egoístas del hedonismo, el beneficio propio y la indiferencia, con los que las masas son bombardeadas mediáticamente todos los días, al ofrecer información relevante y censurada por los medios de comunicación a todos nosotros y después de ayudar a Edward Snowden – denunciante de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) que reveló cómo los EE.UU están secretamente vigilando a las personas no solo en los EE.UU sino en todo el mundo – a abandonar Hong Kong y solicitar asilo político en Rusia. Algo que no les gusta a las grandes potencias.

WikiLeaks ha empoderado a las personas no solo con información rigurosa. Assange, con su análisis y sus descripciones de lo que son nuestras sociedades, también ha dado una mano a muchos para aclarar y enfocar sus confusas ideas, a otros, una forma diferente de leer e interpretar nuestras comunidades humanas. Algo que no les gusta a las grandes potencias.

”En realidad, no deberíamos percibir a Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido, Nueva Zelanda y Australia como países diferentes. En un profundo nivel estructural, en términos de agencias de inteligencia y diplomacia, son un solo país ”, afirmó Julián Assange hablando del Imperio cristiano, blanco anglosajón – (Clica para ver el VIDEO)

Develar cómo es el mundo realmente es algo que a las grandes potencias y a sus estados subordinados no les gusta ni quieren. Personalmente interpreto en este sentido también las palabras de Maureen Baird, una veterana con 27 años en la Oficina de Prisiones de EE.UU y ex directora de un Centro Correccional Metropolitano de Nueva York, citada como testigo por el equipo legal de la defensa de Assange el 29 de septiembre de 2020, en la Corte de Londres. Cuando le preguntaron por qué estaba tan segura de que Assange sería tratado como un riesgo para la seguridad nacional en Estados Unidos, dijo:

“Porque es posible que sepa cosas que aún no ha revelado”.

Como ha señalado la periodista neozelandesa Suzie Dawson:

”El manual estratégico de las agencias de inteligencia tiene entre sus objetivos el control y la desviación de la atención de sus objetivos. Una vez que puedan dirigir tu atención, podrán controlar toda tu vida. La atención y los recursos de Julián se desviaron para tratar de defenderse”.

Y sin dudas es exactamente lo que han hecho, al crear problemas y finalmente interrumpir las actividades de Assange y WikiLeaks.

El caso de Assange no tiene solo el objetivo de ir contra uno de los periodistas y pensadores anti status quo, anti stablishment, más influyentes y conocidos de las últimas décadas. Es un ejemplo para disuadir a otros periodistas dondequiera que estén (en el mundo) de seguir sus pasos. Es un ejemplo para desanimar a los informadores internos – la principal fuente del periodismo de investigación y un fundamento de la democracia – que creen que sus gobiernos, las instituciones para las que trabajan, son corruptas y cometen delitos. Es un mensaje para activistas e intelectuales que luchan honestamente por los derechos humanos, contra la corrupción y por un mundo mejor. Es un mensaje para todos nosotros, gente común, que nos dice que no tenemos derecho a estar informados de lo que hacen los gobiernos y las personas poderosas que gobiernan el mundo. Es el fin del periodismo real. Después del último veredicto de la jueza británica Vanessa Baraister (el 4 de enero de 2021), cualquier periodista de cualquier parte del mundo que se ‘atreva’a hacer lo que hizo WikiLeaks, podría correr la misma suerte. Julián Assange no es ciudadano de los Estados Unidos, nunca ha vivido en ese país ni ha trabajado allí.

Para seguir ofreciendo nuestros reportes en español necesitamos urgentemente colaboradores voluntarios para distintas tareas: 1) traductore del inglés al castellano; 2) correctores de texto (castellano); 3) gráficos para la creación de flyers digitales, carátulas, etc; 4) asistente editorial capaz o con ganas de aprender a trabajar en ambiente CMS y en las redes sociales; 5) genios informáticos del web . ¡Ponte en contacto con nosotros enseguida!

La persecución de Donald Trump a Assange

Fue el presidente estadounidense Donald Trump y su gobierno quienes decidieron presionar el acelerador sobre la detención de Assange. A lo largo de los años, la actitud pública de Trump hacia Assange ha sido determinada puramente por la conveniencia. En 2010, seis años antes de su elección presidencial, cuando le preguntaron sobre WikiLeaks lo calificó de “vergonzoso” y sugirió que “debería haber una pena de muerte o algo así”. En 2016, después de que el sitio web periodístico de Assange publicara los documentos de correo electrónico del Comité Nacional Demócrata (CND), que supuestamente causaron la derrota de Hillary Clinton, dijo: “Amo WikiLeaks”. Pero obviamente también hubieron otros actores poderosos en el gobierno de Trump y su séquito como el ex director de la CIA, Mike Pompeo, secretario de Estado de Trump desde marzo de 2018.

Sin embargo, fue la administración de Barack Obama quien inició la investigación contra Assange y la denunciante interna Chelsea Manning, una ex soldado del ejército de los Estados Unidos que fue condenada en un consejo de guerra en julio de 2013 por violaciones de la Ley de Espionaje y otros delitos, después de pasar a WikiLeaks casi 750.000 documentos militares y diplomáticos clasificados, no clasificados pero sensibles, entre ellos el mundialmente famoso video Asesinato colateral – Manning fue liberada después de intentar suicidarse una vez más y cumplir siete años de prisión; otra valiente heroína movida por un noble propósito: mostrar los crímenes de guerra contra personas inocentes cometidos por Estados Unidos y sus aliados.

Pero “el asalto a las libertades civiles comenzó con George W. Bush y “su falsa guerra contra el terrorismo”. Barack Obama luego amplió la represión mediante el uso de la Ley de Espionaje para acusar a más denunciantes que habían filtrado información a periodistas que todos los presidentes anteriores juntos. Dicho de manera más simple, este autoritarismo es bipartidista”, escribió el medio estadounidense The Grayzone. Durante la administración Obama, ocho personas fueron acusadas o condenadas por filtrar secretos de seguridad nacional en virtud de la Ley de Espionaje de 1917, más casos que en todas las administraciones anteriores juntas. Los casos incluyeron a Manning y al denunciante de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) Edward Snowden, que ahora vive en Rusia pero aún enfrenta cargos en los Estados Unidos.

La investigación de Obama contra Assange se abandonó en 2013 debido a lo que se ha descrito como “el problema del New York Times”. Los fiscales estadounidenses concluyeron que acusar a Assange habría sido equivalente a enjuiciar a cualquier periodista que publicara información de seguridad nacional filtrada, lo que significaba enjuiciar al New York Times, The Guardian, El País de España, Le Monde de París, Der Spiegel en Alemania y muchos otros medios de comunicación, porque si Assange había violado la ley, esos medios también lo habían hecho, además, violarían la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos que garantiza la libertad de prensa y la libertad de expresión.

Esa decisión fue revocada por Trump desde principios de 2017 en adelante, aparentemente después de reunirse con el director del FBI, James Comey. El enjuiciamiento se inició en diciembre de 2017, sin nuevas pruebas. Fue el resultado de la efectiva declaración de guerra del presidente Trump a los filtradores y periodistas. En abril, Mike Pompeo, todavía director de la CIA, denunció a Julián Assange y WikiLeaks como “una agencia de inteligencia hostil no estatal”. Y en la misma ocasión, Pompeo también afirmó que Julián Assange, como extranjero, no gozaba de los derechos de la Primera Enmienda de la constitución del país norteamericano porque “no es un ciudadano estadounidense”. Luego, en mayo de 2019, se presentó una acusación de reemplazo. En ella se acusaba a Julián Assange de la publicación de secretos de estado bajo la Ley de Espionaje. Una decisión notable e inusual. ”La mayoría de los casos relacionados con el robo de información clasificada se han dirigido a empleados del gobierno de EE.UU, como Manning o Snowden, y no a las personas que publican la información en sí. Y siempre han sido ciudadanos estadounidenses, lo que Assange no es ”. Daniel Ellsberg, un ex analista militar de Estados Unidos e investigador que en 1971 filtró partes de un informe clasificado de 7.000 páginas que detallaba la historia de la intervención estadounidense en Indochina, conocida como los Papeles del Pentágono – una filtración que contribuyó al fin de la guerra de Vietnam – y un leal partidario de Assange dijo: “Hace cuarenta y ocho años, fui la primera fuente periodística en ser acusada (en 1973) bajo la Ley de Espionaje. Ha habido quizás, una docena desde entonces, nueve bajo el presidente Obama. Pero Julián Assange es el primer periodista en ser acusado. Si es extraditado a Estados Unidos y condenado, no será el último”. El veredicto de Vanessa Baraister abre el camino hacia esto.

Assange ha sido acusado con 17 cargos de violar la Ley de Espionaje de 1917 de Estados Unidos, cada cargo lleva una condena de 10 años tras las rejas.



La Ley de Espionaje, producto de uno de los períodos más represivos de Estados Unidos

La Ley de Espionaje fue producto de “uno de los períodos más represivos de la historia de los Estados Unidos de América. Tras la declaración de guerra de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial, la administración del presidente Woodrow Wilson presentó un proyecto de ley que se convertiría en la Ley de Espionaje de 1917. El término “espionaje” era un nombre inapropiado. Aunque la ley permitía el enjuiciamiento de espías, las conductas que prohibía iban mucho más allá del espionaje. De hecho, la Ley de Espionaje se convertiría en la principal herramienta de represión contra la oposición a la participación de Estados Unidos en la guerra”, contó Carey Shenkman, un abogado que es coautor de un libro sobre la Ley de Espionaje, en su testimonio durante el juicio de extradición de Julián Assange en Londres.

Si bien la Ley de Espionaje estableció duras penas por espiar para un enemigo extranjero en tiempo de guerra, la Ley también reflejaba el deseo del gobierno de controlar la información y la opinión pública. Contenía amplias proscripciones contra la posesión y transmisión de información relacionada con la defensa nacional, establecía severas penas a las críticas de la guerra, contenía disposiciones sobre conspiración y estableció un sistema de censura para la prensa. Con esta ley se encarceló a muchos izquierdistas.

“Durante la Primera Guerra Mundial, los fiscales federales consideraron que la mera circulación de material contra la guerra era una violación de la ley. Casi 2.500 personas fueron procesadas en virtud de esta ley por sus opiniones disidentes y su oposición a la entrada de Estados Unidos en la guerra”, dijo Shenkman.

Assange está acusado de 17 cargos de violar la Ley de Espionaje y un cargo de conspiración para cometer un delito informático que, como alega la acusación, está descripto como un delito de la Ley de Espionaje.

“Nunca, en un siglo de historia de la Ley de Espionaje, ha habido una acusación contra un editor estadounidense bajo esta ley por la publicación de secretos”, declaró Shenkman. Y “nunca ha habido una acusación extraterritorial de un editor no estadounidense”.

”Los enjuiciamientos han sido relativamente raros hasta hace poco, y se limitaban casi por completo a espías. La administración Obama utilizó la Ley de Espionaje para procesar a presuntos filtradores de seguridad nacional ”, ha confirmado Mark Zaid, abogado de Washington DC especializado en casos de seguridad nacional. “Durante la administración Obama, ocho personas fueron acusadas o condenadas por filtrar secretos de seguridad nacional en virtud de la Ley de Espionaje, más casos de este tipo que en todas las administraciones anteriores juntas”. Zaid y otros dicen que el motivo del aumento de los enjuiciamientos contra presuntos filtradores es simple: la tecnología.

El Gran Jurado de los Espías, desde el principio todo estaba planeado para condenar a Assange

En Estados Unidos ”no recibirá un juicio compatible con el estado de derecho. Assange recibirá un juicio con” un específico ”jurado en Alexandria (Virginia), el notorio «Tribunal de Espionaje», donde Estados Unidos juzga todos los casos de seguridad nacional. La elección del lugar no es una coincidencia, porque los miembros del jurado deben ser elegidos en proporción a la población local, y el 85% de los residentes de Alexandria trabajan en la comunidad de la seguridad nacional de los Estados Unidos, en la CIA, la NSA, el Departamento de Defensa y el Departamento de Estado. Cuando se juzga a personas por dañar la seguridad nacional frente a un jurado como ese, el veredicto es claro desde el principio. Los casos siempre se juzgan ante el mismo juez a puerta cerrada y sobre la base de pruebas clasificadas. Nadie ha sido absuelto allí en un caso como este. El resultado es que la mayoría de los acusados llegan a un acuerdo, en el que admiten su culpabilidad parcial para recibir una sentencia más leve”, explicó el Relator Especial de la ONU sobre la Tortura, Nils Melzer, al medio suizo Republik. Solo en 2011, el Departamento de Defensa de EE.UU otorgó 159,193 contratos por un valor superior a 42,8 mil millones de dólares a empresas en Virginia.

Ha sido reportado que desde 2011 un gran jurado secreto se reunía en Alexandria (Virginia) para considerar la acusación contra Julián Assange bajo la Ley de Espionaje. Cuando el Gran Jurado de Obama comenzó a investigar a Manning y Assange, el fiscal de Estados Unidos para el Distrito Este de Virginia era Neil MacBride, quien trabajó como abogado principal del entonces senador Joe Biden, nuevo presidente de Estados Unidos. Este es el mismo tribunal federal de Virginia donde el Departamento de Justicia ha decidido acusar a Edward Snowden de filtrar secretos sobre los programas de vigilancia de Estados Unidos.

Assange y los miembros de WikiLeaks siempre han afirmado que la saga sueca – Assange estuvo bajo la investigación de las autoridades suecas por varios años por ‘violación menor’ – no era nada más que una extensión de una gran campaña contra WikiLeaks. Kristinn Hrafnsson, periodista de investigación islandés y actual director de WikiLeaks, ha dicho al respecto: “Desde el principio, a comienzos de 2010, supimos que había comenzado una investigación del Gran Jurado contra Wikileaks gracias a las filtraciones de ese año”, y ha continuado por más de una década. ”Sin precedentes en alcance y naturaleza, hace años escuchamos que los documentos reunidos para la investigación eran más de 40.000. Siempre supimos que estaba en curso. Y nos llamaron teóricos de la conspiración por eso”.

”Debemos convertir el caso judicial actual contra Assange en un juicio a quienes ordenaron a jóvenes soldados matar civiles, mutilar y asesinar periodistas y envolvieron en lágrimas y dolor a comunidades enteras . Debemos convertir a los fiscales de Julián en acusados y permitir que el más grande de los jurados, un Demos bien informado, emita un juicio justo sobre ellos.”

Yanis Varoufakis, economísta, académico, autor, ex ministro griego y leal defensor de Assange.

Primer arresto de Assange

Assange fue arrestado por primera vez en Londres el 7 de diciembre de 2010 por Scotland Yard de conformidad con la orden de arresto internacional emitida por Suecia bajo sospecha de ‘violación menor’ – (lea la Primera Parte de este Informe Especial para saber más sobre la persecución sueca). Assange estuvo detenido en la prisión de Wandsworth durante 10 días, en aislamiento, como si fuera un criminal peligroso. Nueve días después, el 16 de diciembre de 2010, el Tribunal Superior le concedió la libertad bajo fianza y lo puso en libertad después de que sus partidarios pagaran 240.000 libras en efectivo y fuera condenado a 550 días de arresto domiciliario. Eso fue nueve días después de que WikiLeaks comenzara a publicar más de 250.000 cables diplomáticos filtrados del Departamento de Estado de Estados Unidos; y fue el año de las filtraciones iraquíes y afganas. En esa ocasión, el tribunal obligó a Assange a usar un monitor electrónico en su tobillo izquierdo, a presentarse a la policía todas las noches en persona y a respetar un toque de queda. En ese momento Assange había estado viviendo en el Reino Unido durante uno o dos meses.

En febrero de 2011 tuvo lugar una audiencia de extradición en un tribunal inglés para considerar la solicitud de las autoridades suecas de extradición de Assange a Suecia. El 24 de febrero de 2011 se confirmó la orden de extradición. Assange apeló al Tribunal Superior. El 2 de noviembre de 2011, el tribunal confirmó la decisión de extradición y rechazó la apelación presentada por los representantes legales de Assange; se le otorgaron también £ 19,000 de costos legales.

El 5 de diciembre de 2011, el Tribunal Superior denegó a Assange el permiso para apelar ante el Tribunal Supremo, pero posteriormente le concedió el permiso. El tribunal luego desestimó la apelación el 30 de mayo de 2012 y Assange permaneció bajo fianza condicional en el Reino Unido. Pocas semanas después, el 19 de junio de 2012, ingresó a la embajada ecuatoriana en Londres solicitando asilo político y el 16 de agosto de 2012, el gobierno ecuatoriano de Rafael Correa le concedió asilo por temor a persecución política y extradición a Estados Unidos.

Desde el momento en que Assange entró en la pequeña Embajada de Ecuador, el 19 de junio de 2012, no pudo salir y fue objeto de una extensa vigilancia por parte de la policía británica. Los principales medios corruptos lo acusaron de ser un paranoico y le vendieron al público la narrativa de que era un violador que escapaba de la justicia en Suecia. Assange vivió en la Embajada de Ecuador durante siete años y medio, en una pequeña habitación.

Durante varios años, los agentes de la policía metropolitana de Londres mantuvieron una vigilancia constante de la embajada, que se encuentra detrás de Harrods, en el centro de Londres. En junio de 2015, Scotland Yard reveló que se gastaron 11,1 millones, otros dicen que 12,5 millones, para su vigilancia. Cuatro meses después, la policía levantó la guardia de 24 horas al día, porque ya no era proporcional. Una enorme cantidad de dinero para un hombre que, oficialmente, no había sido condenado por ningún delito y que las autoridades suecas simplemente querían interrogar.

La investigación del FBI en Islandia y Dinamarca

Lo que sucedió en Islandia, donde WikiLeaks.org fue registrada y tiene su sede, es crucial para comprender el juicio al que se enfrenta Assange en Londres, ya que, según se informó, la acusación de Estados Unidos contra Assage se basó en la información proporcionada por el primer informador conocido del FBI, el islandés Sigurdur Thordarson, un joven ex colaborador de WikiLeaks.

The New York Times informó en 2013 que en junio de 2011, “Ogmundur Jonasson, el entonces Ministro del Interior de Islandia, recibió un mensaje urgente de las autoridades de Estados Unidos”. En el mensaje decían que “había un ataque inminente a las bases de datos del gobierno islandés” por parte de piratas informáticos, y que el FBI enviaría agentes para investigar, contó Jonasson en una entrevista telefónica. Pero cuando “ocho o nueve” agentes del FBI llegaron en agosto, remarcó Jonasson, descubrió que no estaban investigando un ataque inminente, sino reuniendo material sobre WikiLeaks”.

Nadie puede contar mejor este evento que el propio Ögmundur Jónasson: “¡Sospechaba, muy consciente de que una mano amiga podría convertirse fácilmente en una mano manipuladora! Más tarde, en el verano, en agosto, enviaron un avión lleno de agentes del FBI a Islandia, en busca de nuestra cooperación en lo que entendí como una operación creada para incriminar a Julián Assange y WikiLeaks”.

“Como no habían sido autorizados por las autoridades islandesas para llevar a cabo labores policiales en Islandia y dado que tomar medidas contra WikiLeaks no estaba en mi agenda, por decir lo mínimo, ordené que se terminara de inmediato toda cooperación con ellos, dejé en claro que debían cesar todas las actividades en Islandia de inmediato y también que tenían que abandonar el país. No pudieron obtener permiso para operar en Islandia como agentes de policía, pero creo que fueron a otros países, al menos a Dinamarca. También dejé en claro en ese momento que si hubiese tenido que tomar partido por WikiLeaks, el FBI o la CIA, no habría tenido dificultad para elegir: estaría del lado de WikiLeaks”.

La verdadera razón por la que los agentes estadounidenses habían viajado a Islandia era Sigurdur Thordarson. Querían reunirse con Sigurdur, más conocido como Siggi: miembro y espía de WikiLeaks.

”Un día laboral de agosto de 2011, un querubín islandés de 18 años llamado Siggi atravesó las majestuosas puertas de la embajada de Estados Unidos en Reikiavik. Thordarson había sido un colaborador voluntario de WikiLeaks con acceso directo a Assange durante mucho tiempo y tenía una posición clave como organizador del grupo. Al ingresar a la embajada de Estados Unidos se convirtió en algo más: el primer informante del FBI conocido dentro de WikiLeaks. Durante los siguientes tres meses, Thordarson sirvió a dos maestros, trabajando para el sitio web de divulgación de secretos y al mismo tiempo divulgando sus secretos al gobierno de los Estados Unidos a cambio, dice, de 5,000 dólares aproximadamente . El FBI lo subió a vuelos internacionales cuatro veces para reuniones informativas, incluido un viaje a Washington DC, y en la última reunión obtuvo de Thordarson ocho discos duros repletos de registros de chat, videos y otros datos de WikiLeaks”, informó la revista Wired.

”El FBI también llevó a su paloma a la siempre obediente Dinamarca para entrevistarlo. Lo hicieron varias veces. El FBI quería saber sobe la seguridad física de WikiLeaks, sobre su seguridad técnica, la ubicación de los servidores informáticos, cómo vivía Assange, su rutina diaria, “literalmente, todo”, contó Siggi en una entrevista a la revista estadounidense Rolling Stone.

”Pero el trabajo de espionaje de Siggi se vio comprometido ese mismo mes cuando recibió una llamada del entonces portavoz de WikiLeaks, un anojado Kristinn Hrafnsson, actual director de WikiLeaks, acusándolo de malversar $ 50,000 de las ganancias de la venta online de productos de WikiLeaks ”, escribe Rolling Stone. ”Siggi insiste en que había pasado el dinero a su cuenta con el permiso de Assange. Hrafnsson amenazó con denunciarlo a la policía. Siggi envió un correo electrónico al FBI contándoles la noticia. “Ya no estoy en WikiLeaks, así que no estoy seguro de cómo puedo seguir ayudándolos. Lo siento, no pude hacer más ”. Para su sorpresa, el FBI todavía tenía más trabajo para él. Poco después de que WikiLeaks publicara los Archivos de Stratfor, en febrero de 2012, Siggi fue trasladado en avión a Washington DC, donde se reunió con miembros de la CIA, del Departamento de Defensa de los Estados Unidos (DOD) y del FBI, en un hotel Marriott. Las preguntas se volvieron vertiginosas: querían saber sobre los otros miembros de WikiLeaks además de Assange ” – Birgitta Jónsdóttir, una política islandesa, anarquista, poeta y activista por entonces miembro de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson y otros más.

“No pasó mucho tiempo para que cayera el martillo”, cuenta la revista Rolling Stone. ”El 5 de marzo, el estadounidense Jeremy Hammond, un activista de la información libre y fuente de WikiLeaks, fue arrestado por piratear los Archivos de Stratfor filtrados a WikiLeaks (fue condenado a 10 años de prisión). Al día siguiente, Kayla, de 25 años, de Inglaterra, que pirateó HB Gary (una sociedad internacional de seguridad tecnológica), fue acusada de conspiración. Pero el mayor impacto se produjo cuando Siggi leyó en las noticias que Sabu, otro miembro de WikiLeaks, era un informante del FBI, y lo era desde junio de 2011. De repente, todo tenía sentido. Durante meses, había estado informando al FBI de sus conversaciones con Sabu, y no parecía importarles. Y dado que Sabu había sido un informante durante la época de los Archivos de Stratfor y Siria, eso significaba algo increíble: el FBI había estado al tanto de los ataques a Stratfor y Siria todo el tiempo y no había hecho nada para intervenir. Su objetivo siempre había sido Assange”.

“En última instancia, la misión del FBI es detener a los delincuentes y prevenir la comisión de delitos graves”, escribió Glenn Greenwald, el periodista de investigación estadounidense a quien Edward Snowden filtró los archivos de la NSA. “En este caso en particular, deliberadamente permitieron la comisión de delitos graves que podrían haber detenido fácilmente. Tratar a una empresa estadounidense como Stratfor y la privacidad de Siria como corderos de sacrificio en una campaña para atrapar a Julián Assange como un criminal es increíblemente radical, incluso se puede decir corrupto”.

El enjuiciamiento de Estados Unidos contra Julián Assange se basa en la información proporcionada por Sigurdur Thordarson a las agencias de inteligencia estadounidenses en esos años. Siggi, también conocido como ‘Siggi the Hacker’, parece ser un joven islandés megalómano que sueña con la fama y una vida emocionante. En 2015 fue sentenciado a tres años de prisión por haber violado sexualmente a nueve jóvenes en setenta incidentes separados entre 2011-2013 por el Tribunal islandés del Distrito de Reykjanes. Según Wikipedia ”en 2010, a la edad de 17 años, fue arrestado por robar y filtrar información clasificada sobre compañías financieras islandesas. En 2012, fue interrogado por conducta sexual inapropiada, acusado de engañar a un adolescente de diecisiete años. En 2012, WikiLeaks presentó cargos penales en su contra por malversación de fondos: se le ordenó pagar a WikiLeaks aproximadamente $ 55,000, además de ser sentenciado a prisión por 2 años por malversación y fraude financiero. En 2014, fue condenado a pagar aproximadamente $ 236.000 en daños y perjuicios por diversos delitos económicos y fraudes, incluido el haber estafado a empresas de comida rápida, alquiler de coches, tiendas de electrónica y haber engañado a una persona para que le diera todas sus acciones de una editorial de libros ”. Siggi colaboró con WikiLeaks durante un año y medio.

The Guardian, la publicación de nombres y la difamación contra Assange

Uno de los argumentos del Departamento de Justicia de Estados Unidos contra Assange es sobre su comportamiento irresponsable al poner en riesgo vidas con la publicación de algunas filtraciones no redactadas. Algo que el fundador de WikiLeaks siempre ha negado. Y ahora, con una reciente publicación de una cinta que muestra que el propio Assange informó al gobierno de los EE.UU de la publicación de los nombres, podemos afirmar que esta acusación de Estados Unidos es solo otra descarada farsa. Veamos qué pasó exactamente.

Desde sus primeros años de vida, WikiLeaks sufrió constantes ataques a sus servidores y se crearon copias espejo de sus archivos en todo el mundo para proteger la información. Esas copias no eran accesibles sin un código de seguridad. En febrero de 2011, los periodistas de The Guardian, David Leigh y Luke Harding, que habían colaborado previamente con Assange, publicaron un libro llamado Wikileaks: dentro de la guerra de Julián Assange contra el secreto (Wikileaks: Inside Julian Assange’s War on Secrecy) en el que el título de un capítulo era la contraseña completa para los documentos no redactados de los Cables Diplomáticos de los Estados Unidos (Cablegate). Por lo tanto, esta pareja de negligentes periodistas decidió, contrariamente a las advertencias explícitas de Assange, utilizar la contraseña confidencial para todo el archivo Cablegate sin censura, como título del capítulo, lo que resultó en el vertido de cientos de miles de cables del Departamento de Estado de Estados Unidos en la web sin redacción alguna – la filtración de cables describe en detalle eventos e incidentes relacionados con asuntos internacionales de 274 embajadas estadounidenses que datan del 28 de diciembre de 1966 al 28 de febrero de 2010. Cuando el libro publicó la contraseña, WikiLeaks ya no tenía la capacidad de borrar los archivos espejo o cambiar el cifrado. Para evitar cualquier daño, Assange y la periodista de WikiLeaks, Sarah Harrison – quien ayudó a Edward Snowden a volar de Hong Kong a Moscú y, como consecuencia, sus abogados británicos le aconsejaron que no regresara al Reino Unido porque corre el riesgo de ser arrestada bajo la Ley de Espionajellamaron el Departamento de Estado de los EE.UU para ofrecer ayuda y evitar o mitigar cualquier posible daño, pero esa oferta fue ignorada. El Departamento de Estado nunca recontactó a Assange para obtener más información y no hizo nada en base a su advertencia.

En agosto de 2011, la revista alemana Der Freitag publicó un artículo en el que explicaba que se podía utilizar la contraseña revelada por los periodistas de The Guardian, Leigh y Harding. En unos días apareció el archivo completo, sin redacción ni edición, en Cryptome.org, una página creada en Estados Unidos. Los sitios web MRKVA y Pirate Bay también publicaron copias del archivo. Parece que el 1 de septiembre, el gobierno de Estados Unidos accedió al caché no redactado por primera vez a través de Pirate Bay. Los cables estaban entonces disponibles en línea, completamente sin editar.

En respuesta, el 1 de septiembre de 2011 WikiLeaks decidió publicar los 251,287 documentos sin editar, pero no sin antes tratar de advertir a Hilary Clinton, como ha demostrado cinta publicada recientemente.

”Una vez que WikiLeaks se dio cuenta de lo que había sucedido, escribió el periodista Gleen Greenwald, notificaron al Departamento de Estado. Se enfrentaban a un dilema: prácticamente todas las agencias de inteligencia de los gobiernos habrían tenido acceso a estos documentos como resultado de estos eventos, pero el resto del mundo – incluidos periodistas, denunciantes y activistas identificados en los documentos – no. En ese momento, WikiLeaks decidió, de manera bastante razonable, que lo mejor y más seguro era liberar todos los cables en su totalidad, para que no solo las agencias de inteligencia del mundo, sino todos, absolutamente todos tuvieran acceso, esta fue una estrategia para proteger las fuentes”.

Que el objetivo de Estados Unidos y el Reino Unido siempre ha sido atrapar a Assange se desprende del testimonio escrito del representante de Cryptome.org, el primer sitio web en publicar los cables sin redactar, John Young, en el juicio contra fundador de WikiLeaks en Londres: ”Publiqué en Cryptome.org cables diplomáticos sin redactar el 1 de septiembre de 2011 … y esa publicación sigue disponible en la actualidad … ninguna autoridad policial de EE.UU me ha notificado que la publicación de los cables es ilegal, consiste o contribuye a un delito de alguna manera, ni han pedido que los saque”.

Podemos ver cuanto cuidado tuvo Assange con la publicación de nombres en las palabras del legendario filtrador de los Papeles del Pentágono, Daniel Ellsberg. Ellsberg ha testimoniado que Assange retuvo 15.000 archivos del Diario de la Guerra Afgana para proteger nombres, y también solicitó ayuda del Departamento de Estado y del Departamento de Defensa para redactarlos, pero el gobierno de Estados Unidos se negó a ayudar, ”a pesar de que es una práctica periodística estándar consultar con los funcionarios para minimizar el daño”. Además, en el corte marcial de Chelsea Manning, señaló Ellsberg, el Departamento de Defensa admitió que no pudo identificar una sola muerte causada por las publicaciones de WikiLeaks.

El cofundador de la organización Iraq Body Count (IBC) John Sloboda, cuyo trabajo ha sido reconocido por las Naciones Unidas y la Unión Europea, testificó en el juicio de Assange en Londres que trabajó con WikiLeaks y otros medios de comunicación para preparar los Registros de la Guerra de Irak antes de su publicación. Sloboda relató que Assange exigió y dirigió un “proceso de redacción muy estricto” para evitar posibles daños. WikiLeaks utilizó un software que podía editar miles de documentos, identificando cada palabra que no estaba en el diccionario de inglés y eliminándola automáticamente, como los nombres árabes, por ejemplo. Luego, los archivos se escanearon nuevamente para eliminar ocupaciones, como “médico” o “conductor”, con el fin de proteger mejor las identidades.

John Pilger, un conocido periodista australiano, cineasta y leal partidario de Assange, ha llamado a The Guardian “el principal medio torturador de Assange” y “un colaborador del estado secreto”. De hecho, después de ganar mucho dinero con los cables de WikiLeaks, se ha convertido en uno de sus principales detractores. En 2018, el periódico británico publicó también un artículo que se convirtió en una historia viral afirmando que, fuentes anónimas habían dicho al periódico que el ex responsable de la campaña presidencial de Donald Trump, Paul Manafort – recientemente perdonado por Trump – visitó a Julián Assange al menos tres veces en la Embajada de Ecuador, “en 2013, 2015 y en la primavera de 2016 ”. Esta ‘primicia’ fue la base de la idea duradera de una colusión entre Donald Trump, Assange y la Rusia de Putin. El artículo, del famoso periodista Luke Harding, coautor del infame libro, “no presenta pruebas, videos, fotos …”, escribió Glenn Greenwald en The Intercept. ”A pesar de la falta de pruebas, ciertas personalidades de MSNBC y la CNN trataron instantáneamente y sin pensar la historia como verdadera e impactante. Pero esos encuentros no sucedieron. La Embajada de Ecuador en Londres era uno de los lugares más escrutados, vigilados, monitoreados y filmados del planeta”. Era imposible tener constancia de las reuniones que además fueron desmentidas también por el mismo Manafort.

Al parecer, The Guardian ha tenido un papel principal y especial en la difamación de Assange. Pero la mayoría de los grandes medios de comunicación y sus periodistas han difamado a Assange, suprimiendo información y silenciando su caso a lo largo de estos años. Lo han hecho por más de una razón. Citemos algunas de ellas. Cumplir con sus empleadores, gobiernos y el Imperio para mantener sus buenos salarios y su statu quo. Por su soberbia y/o estupidez. Para mantener alto su ego y/o por envidia: el trabajo de Assange y WikiLeaks les decía y dice constantemente lo corruptos, inmorales, deshonestos, codiciosos y falsos periodistas que son. No es de sorprenderse que el periodista y cineasta australiano John Pilger llame a los periodistas de los medios hegemónicos: “La extensión del poder establecido. No son independientes, son cámaras de eco”. Incontestablemente, el compromiso básico y la función del periodismo es servir a la sociedad con un relato veraz, inteligente y completo de ideas y eventos.

”Lo que Julián Assange y su organización Wikileaks han revelado para que todo el mundo lo vea es la devastación sistemática de pueblos, de tierras y la contaminación militar perenne del planeta tierra. El principal perpetrador es la autoproclamada “nación más democrática” y más poderosa del mundo, los Estados Unidos de América, acompañada por sus estados vasallos europeos y de la Commonwealth, además de sus representantes aliados en el Medio Oriente y el Israel sionista”

Ron Ridenour, CounterPunch.
Julian Assange.

Las revelaciones de Edward Snowden: espian a WikiLeaks y los visitantes del website

Los documentos ultrasecretos de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU (NSA) y su contraparte británica revelaron que la agencia de inteligencia británica GCHQ, la Oficina Central de Comunicaciones del Gobierno, utilizó su sistema de vigilancia no solo para monitorear a Assange y al personal de WikiLeaks, sino también para monitorear, en secreto, a los visitantes del sitio web de WikiLeaks. ”La agencia confió a sus aliados, en 2012, que pudo recopilar las direcciones IP de los visitantes, en tiempo real, así como los términos que usaban en los motores de búsqueda como Google, para llegar al sitio”.

Otro documento clasificado de la comunidad de inteligencia de Estados Unidos, con fecha de agosto de 2010, relata cómo la administración Obama instó a los aliados extranjeros con fuerzas en Afganistán, incluidas Australia y Alemania, a presentar cargos penales contra Assange por la publicación de los Registros de la Guerra en Afganistán.

Un tercer documento, de julio de 2011, contiene un resumen de una discusión interna en la que funcionarios de dos oficinas de la NSA consideraban designar a WikiLeaks como “un ‘malintencionado actor extranjero’ para atacarlo”. ¡Ya en 2011! Para entonces, WikiLeaks ya había sido un objetivo de Estados Unidos durante, aproximadamente, tres años. En 2008, poco después de la formación de WikiLeaks en el 2006, el Ejército de los Estados Unidos preparó un informe que identificaba a la organización periodística de Assange como enemiga y tramaba cómo podría ser destruida.

El sistema utilizado por la organización británica de inteligencia GCHQ para monitorear el sitio web de WikiLeaks, cuyo nombre en código era ANTICRISIS GIRL, es descrito en una presentación clasificada de PowerPoint preparada por la agencia británica y distribuida en la “Conferencia SIGDEV de 2012. En la reunión anual, cada miembro de los “Five Eyes” (Cinco Ojos), una alianza de inteligencia que comprende los Estados Unidos, el Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, presenta los éxitos y desafíos de la vigilancia del año anterior ”.

Activistas de derechos humanos han señalado que “las acciones de GCHQ”, como monitorear a Assange, el personal de WikiLeaks y los visitantes del sitio WikiLeaks, “están autorizadas por los ministros del gobierno”.

AYUDANOS A CRECER. Si respetas y aprecias el contenido de este trabajo, por favor apoya nuestro esfuerzo con una donación. KBNBWorldNews depende al 100% de los contributos de los lectores. Apoya la buena información independiente y contribuye a crear un mundo mejor. ➡︎ DONAR O VER COMO PUEDES CONTRIBUÍR

Gran Bretaña no permite que Suecia retire su acusación contra Assange

En 2013, la fiscal sueca Marianne Ny escribió al Servicio de la Fiscalía de la Corona inglesa (Crown Prosecution Service, CPS). Su carta informaba que tenía la intención de levantar la orden de detención y retirar el mandato de arresto europeo ya que las acciones no eran proporcionales a los costos y la gravedad del crimen. Los británicos no se lo permitieron. Ellos respondieron diciendo ”¿no te irás ahora, verdad? Esta extradición es mucho más que una extradición normal”. Así lo reveló en el 2017 la impugnación de información presentada ante un tribunal por la periodista italiana Stefania Maurizi. Los correos electrónicos enviados por Suecia a Maurizi mostraban, por ende, que las autoridades suecas estaban “ansiosas por abandonar el caso cuatro años antes de que Suecia abandonara formalmente el procedimiento en 2017”. Pero la CPS, la fiscalía británica, no se los permitió..

Aunque es evidente que las autoridades suecas han cumplido las órdenes del Reino Unido y Estados Unidos, esto ha sucedido no sin luchas internas. Después de años afirmando que no podía interrogar a un sospechoso (Assange) por enlace de video o en la embajada sueca- como lo ha hecho Suecia en muchos otros casos, exactamente ”en 44 casos en Gran Bretaña en los cinco años precedentes” – en 2014 la Corte Suprema sueca falló contra Marianne Ny por no interrogar a Julian Assange en Londres.

En marzo de 2015, después de las críticas públicas de otros abogados suecos, Ny cambió de opinión y finalmente, el 14 de noviembre de 2016, Ingrid Isgren, una fiscal sueca de alto rango, comenzó a entrevistar a Assange en la embajada de Ecuador. El proceso tuvo una duración de dos días. El 7 de diciembre, Assange publicó una transcripción de las respuestas que dio durante su entrevista. ”En ese momento, el plazo de prescripción había expirado en las tres acusaciones menos graves. Dado que el fiscal sueco no había entrevistado a Assange antes, el interrogatorio del 18 de agosto de 2015 se refería solo a la investigación abierta de ‘violación en menor grado’, cuyo plazo de prescripción expiraba en 2020 ”.

Unos meses después, el 19 de mayo de 2017, las autoridades suecas suspendieron su investigación contra Assange alegando que no podían esperar que la Embajada de Ecuador se comunicara de manera confiable con Assange con respecto al caso. La fiscal en jefe, Marianne Ny, revocó oficialmente su orden de arresto europea, pero dijo que la investigación aún podría reanudarse si Assange visitaba Suecia antes de agosto de 2020. “No estamos haciendo ningún pronunciamiento sobre la culpa”, dijo.

Bueno, bueno…el momento fue perfecto. Suecia, ansiosa por abandonar la investigación contra Assange desde 2013, lo hizo cuando comenzaba otra campaña internacional de difamación contra el miembro más famoso de WikiLeaks.

Russiagate – Assange, ¿un espía ruso?

Como en cualquier guion estadounidense, no podía faltar una histeria rusa. Después de las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos, comenzó una investigación especial sobre la interferencia rusa en esas elecciones, conocida como Russiagate. Duró desde mayo de 2017 hasta marzo de 2019. Vale la pena señalar que comenzó exactamente el mismo mes en que Suecia logró retirar su caso contra Assange. ¿Coincidencia?

El objetivo de la investigación era indagar si existían vínculos entre asociados de Donald Trump y funcionarios rusos, y si WikiLeaks obtuvo los cables relacionados con el Partido Demócrata e Hillary Clinton, ex secretaria de Estado de Barack Obama y adversaria derrotada de Trump, de los rusos. ¿Quién estaba a cargo de ello? Nada menos que un ex director del FBI, Robert Mueller.

”Mueller, por el contrario, tiene una rica historia de mentiras, que se remonta a sus días como director del FBI, cuando trató de encubrir el papel de Arabia Saudita en los atentados del 11 de septiembre de Nueva York y aseguró al Congreso, en vísperas de la invasión a Irak en 2003, que las armas iraquíes de destrucción masiva planteaban “una clara amenaza para nuestra seguridad nacional”, ha evidenciado el medio de comunicación estadounidense ConsortiumNews. El presidente George W. Bush nombró a Mueller para el cargo de director del FBI el 5 de julio de 2001.

Una suposición central de la investigación de Mueller sobre la supuesta interferencia rusa en las elecciones presidenciales estadounidenses del 2016 fue la acusación de que agentes rusos piratearon el servidor del Comité Nacional Demócrata (DNC) y pasaron los correos electrónicos a WikiLeaks.

En 2018, doce oficiales de la inteligencia rusa, en su mayoría del Departamento Central de Inteligencia Militar (GRU) de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa fueron acusados de cargos penales por el Fiscal Especial Mueller. La acusación formal acusaba a los rusos de llevar a cabo piratería informática y trabajar con WikiLeaks y otras organizaciones para difundir los documentos robados. Assange negó constantemente cualquier conexión o cooperación con Rusia en relación con las filtraciones, y acusó a la campaña de Clinton de avivar “una histeria neo-macartiana”. Assange mantuvo constantemente que la información era el resultado de una filtración interna, en lugar de un ataque externo.

La periodista neozelandesa Suzie Dawson ha señalado que “el mito del Russiagate tardó siete años en gestarse”. Ella vincula al Russiagate con el Climategate de WikiLeaks, y la agenda para presentar a la organización de Assange como un frente ruso, que abarcan desde 2009 al 2016. ”Si Assange estaba en lo cierto, como probablemente lo está, y la inteligencia del Reino Unido estuvo detrás de la ‘trampa rusa’ para Climategate en 2009 , y si Elizabeth Vos, una reportera independiente de Estados Unidos, tiene razón, como ahora es ampliamente aceptada, que la inteligencia del Reino Unido estuvo detrás de la ‘trampa rusa’ en 2016, hay un nombre que conecta ambos eventos”, escribió Suzie Dawson. ”¿Adivina quién era el jefe de la oficina de asuntos rusos del MI6, el servicio de inteligencia exterior del Reino Unido, en 2009? Era Christopher Steele”. Steele fue un oficial de inteligencia británico, desde 1987 hasta su jubilación en 2009. Dirigió en Londres la oficina sobre Rusia del M16 entre 2006 y 2009. En 2009, cofundó Orbis Business Intelligence, una firma de inteligencia privada con sede en Londres.

”Mueller tampoco entrevistó a Assange, nunca buscó una entrevista con él. El FBI intervino para evitar que Assange hablara con el gobierno de Estados Unidos después de que Assange hiciera una oferta, en 2017”, señaló el periodista de The Grayzone, Aaron Maté. Entrevistado por Maté, Rick Gates, ex vicepresidente de campaña de Trump 2016, testigo colaborador en la investigación de Mueller, afirmó que “el FBI inició la investigación sobre la colusión rusa a finales de 2015, durante la campaña de Trump”.

Mueller concluyó que los rusos crearon personajes en línea — Guccifer 2.0 y DCLeaks — para transferir algunos de los archivos a WikiLeaks y reclamar públicamente la responsabilidad por los ataques. El informe forense que atribuye la supuesta extracción de información a “hackers estatales rusos” fue redactado por una empresa privada contratada por el propio Partido Demócrata.

Los estudios forenses independientes sobre la piratería rusa en las computadoras del Comité Nacional Demócrata revelan una narrativa muy diferente. ”Que el 5 de julio de 2016, los datos fueron filtrados, no pirateados, por una persona con acceso físico a las computadoras de DNC, y luego manipulados para incriminar a Rusia. Un infiltrado copió los datos de DNC en un dispositivo de almacenamiento externo, y luego, en un momento posterior, se insertaron “señales reveladoras” que implicaban a Rusia. Una de las principales conclusiones de las investigaciones forenses independientes es la conclusión de que los datos de DNC se copiaron en un dispositivo de almacenamiento a una velocidad que supera con creces la capacidad de Internet para un pirateo remoto. De igual importancia, los forenses muestran que la copia y la corrección de datos se realizaron en la costa este de los EE.UU, sin embargo, los principales medios de comunicación han ignorado los hallazgos de estos estudios independientes”.

William Binney, un ex director técnico de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA) que trabajó en la agencia durante 30 años, dijo en una entrevista con Sputniknews que “el análisis forense de los archivos publicados por Guccifer muestra que el hacker misterioso insertó deliberadamente huellas digitales, para dar la impresión de que los archivos proceden de fuentes rusas. Se sabe a partir de la información revelada posteriormente por el ex denunciante de la NSA, Edward Snowden, que la CIA tiene un programa secreto — Vault 7 — que se dedica a la incriminación falsa de ciberataques a otros actores. Parece que el propósito de Guccifer era crear la percepción de una conexión entre Wikileaks y la inteligencia rusa para reforzar la narrativa del Russiagate. Así que eso nos sugirió que toda la evidencia apuntaba a la CIA como el creador de Guccifer 2.0. Y que Guccifer 2.0 estaba dentro de la CIA … estoy señalando a ese grupo como el que, probablemente, fue el creador de Guccifer 2.0 y también de la fabricación de toda esta historia del Russiagate”.

Poderosos medios de comunicación han ayudado a construir esta historia. Mientras Assange se encontraba confinado en la embajada ecuatoriana y buscaba un pasaje seguro a Ecuador, CNN escribió: “Assange se reunió con rusos y piratas informáticos de clase mundial en momentos críticos, con frecuencia durante horas. También adquirió un nuevo y potente hardware informático y de red para facilitar la transferencia de datos pocas semanas antes de que WikiLeaks recibiera materiales pirateados de agentes rusos. Estos sorprendentes detalles provienen de cientos de informes de vigilancia compilados para el gobierno ecuatoriano por UC Global, una empresa de seguridad privada española, y obtenidos por CNN”. Deshonesta y descaradamente, CNN confiaba en UC Global de David Morales, la firma de seguridad española que espió a Assange, sus abogados y visitantes en la Embajada ecuatoriana de Londres por cuenta de la CIA, y la jueza Vanessa Baraister, quien ha rechazado la extradición de Assange a los EE.UU el 4 de abril, ha señalado exactamente este informe en apoyo de los argumentos de la fiscalía estadounidense.

UC Global, espiando a Assange y la sombra de Israel

El 10 de abril de 2019, WikiLeaks denunció que había descubierto una extensa operación de vigilancia contra Assange desde dentro de la embajada de Ecuador – solo un día antes de que fuera expulsado y encarcelado en un prisión de máxima seguridad en Londres.

El 26 de septiembre de 2019 el diario español El País informó que la empresa española de defensa y seguridad Undercover Global S.L. (UC Global) había espiado a Assange para la inteligencia estadounidense durante su tiempo en la embajada ecuatoriana. Todas las reuniones de Assange con su equipo legal fueron grabadas, sus documentos fotografiados, todas las reuniones con sus partidarios y visitantes también fueron grabadas, todos los dispositivos digitales de sus visitantes fueron pirateados en la entrada de la Embajada donde sus huéspedes debían dejar sus pertenencias. Incluso cuando Assange estaba solo siempre fue monitoreado. También hubo complots para secuestrar y envenenar a Assange e incluso, para probar su paternidad, para robar el pañal del bebé de Stella Morris, abogada de Assange y madre de sus dos hijos menores.

En octubre de 2019, David Morales, ex miembro de la Infantería de Marina de la Defensa española, fue acusado de violación de privacidad, soborno, lavado de dinero y posesión criminal de armas, por el juez español José de la Mata.

En audiencia ante el juez De la Mata, Morales afirmó que todas las grabaciones habían sido realizadas en nombre del servicio secreto ecuatoriano y que el trabajo era conocido por el embajador del país sudamericano. Afirmó también que “no había absolutamente ningún acceso externo” a la información recopilada dentro de la embajada. Sin embargo, testimonios tomados de ex empleados de la empresa alegan que Morales viajaba una o dos veces al mes a Estados Unidos y que llevaba consigo discos duros con las grabaciones. Los empleados también sostienen que Morales les ordenó mantener en secreto estos viajes a los funcionarios ecuatorianos.

Cuando Donald Trump ingresó a la Oficina Oval en enero de 2017, la campaña de espionaje de UC Global contra Assange comenzó bajo la aparente vigilancia del entonces director de la CIA, y sucesivamente Secretario de Estado del gobierno Trump, Mike Pompeo, quien calificó a Wikileaks como una “agencia de inteligencia no estatal hostil”.

En 2016, Morales firmó un contrato con la empresa de casinos Las Vegas Sands, cuyo dueño era (ha fallecido recientemente) el magnate ultra-sionista Sheldon Adelson, uno de los mayores donantes de la campaña presidencial de Trump y del Partido Republicano y uno de los principales estadounidenses partidarios de Israel. Ha sido reportado que Sheldon Adelson “poseía una fortuna valorada en alrededor de 30 mil millones de dólares que lo coloca constantemente en el top 10 de la lista de Forbes de los estadounidenses más ricos”. Como amigo personal y benefactor financiero del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, Adelson invirtió su dinero en un intento fallido de evitar la reelección del presidente Barack Obama y detener la firma del acuerdo nuclear con Irán. En 2016, se convirtió en uno de los principales donantes de la campaña presidencial de Trump, ayudando a cultivar la administración más pro-Likud en la historia de los Estados Unidos”, informó el periodista independiente estadounidense Max Blumenthal, editor principal de The Grayzone, en una investigación larga y detallada sobre UC Global. El medio Mintpress reveló que Adelson ”una vez donó 54 millones dólares a Israel en un período de tres meses. En lo que respecta a la campaña de Trump, Adelson fue su segundo donante más grande después de Robert Mercer y utilizó su cercanía para presionar al presidente a trasladar la embajada de Estados Unidos en Israel a Jerusalén y, más recientemente, a cortar la ayuda a los palestinos”.

Reproducimos aquí parte del reveledor y esclarecedor informe de Blumenthal titulado Exclusivo: juez español busca al jefe de seguridad de Sheldon Adelson en el caso de espionaje de Assange: ”Para 2016, el Director de Global UC, David Morales, había obtenido un solo contrato importante, para proteger a los hijos del entonces presidente de Ecuador, Rafael Correa y la embajada de su país en Reino Unido. Ese año, Morales fue solo a una feria de seguridad en Las Vegas, con la esperanza de conseguir nuevos y lucrativos trabajos promocionando su papel como guardián de Assange. Días después, regresó a la sede de su empresa en Jerez de la Frontera, España, con una emocionante noticia. Morales acababa de firmar un contrato para cuidar el yate Reina Miri de 70 millones de uno de los magnates de casinos de más alto perfil en Las Vegas: el multimillonario ultra-sionista y mega-donante republicano Sheldon Adelson. Dado que Adelson ya tenía un equipo de seguridad sustancial”- compuesto exclusivamente por israelíes – ”asignados para protegerlo a él y a su familia en todo momento, el contrato entre UC Global y Las Vegas Sands de Adelson fue claramente la tapadera de una campaña de espionaje tortuosa, aparentemente supervisada por la CIA”.

“Las operaciones comenzaron formalmente una vez que el candidato presidencial elegido por Adelson, Donald Trump, ingresó a la Casa Blanca en enero de 2017”.

”Gracias a las nuevas divulgaciones judiciales, The Grayzone ha podido revelar la identidad del personal de seguridad de Sands que presuntamente sirvió de enlace entre Morales, la compañía de Adelson y la inteligencia estadounidense. Según los documentos judiciales y el testimonio de un ex socio comercial y empleados de Morales, fue el principal guardaespaldas de Adelson, un israelí-estadounidense llamado Zohar Lahav, quien reclutó personalmente a Morales y luego manejó la relación entre el contratista de seguridad español y Sands de forma rutinaria. Después de su primera reunión en Las Vegas, los dos profesionales de seguridad se hicieron amigos cercanos, se visitaban en el extranjero y hablaban con frecuencia. Durante la operación de espionaje, Lahav trabajaba directamente con Brian Nagel, director de seguridad global de Las Vegas Sands, ex director asociado del Servicio Secreto de EE.UU y experto en ciberseguridad. En Sands, parecía ser un intermediario ideal entre la empresa de Adelson y el estado de seguridad nacional de Estados Unidos, así como un guía potencial para las complejas tareas de vigilancia asignadas a Morales”.

”Cuando el candidato favorito de Adelson, Donald Trump, se trasladó a la Oficina Oval, la CIA quedó bajo el control de Mike Pompeo, otro aliado de Adelson. Pero el aparente ataque de la CIA a Assange había sido activado semanas antes, cuando Wikileaks anunció la publicación de los archivos Vault 7 (Refugio 7) de la CIA, un parte importante de archivos de la CIA que revelaban detalles sobre las herramientas de piratería y vigilancia electrónica de la agencia. No pasaría mucho tiempo antes de que el equipo de seguridad de Adelson comenzara a preparar el espacio para Morales en Las Vegas. Dos días después del anuncio inicial de Wikileaks, el 28 de febrero, Morales fue trasladado desde España a un hotel en Alexandria, Virginia, a un tiro de piedra de la sede de la CIA en Langley. Aunque UC Global no tenía contratos públicos con ninguna empresa en Virginia, los documentos judiciales obtenidos por The Grayzone establecen que Morales envió correos electrónicos encriptados desde una dirección IP de Alexandria y pagó facturas desde un hotel local durante los siguientes ocho días. A partir de ese momento Morales viajó a Estados Unidos casi todos los meses, iba a Washington DC, a la ciudad de Nueva York, a Chicago o a la base de operaciones de Adelson, en Las Vegas. Desde Washington DC, Morales envió correos electrónicos desde una dirección IP estática del Grand Hyatt Hotel, a solo cuatro cuadras de la Casa Blanca”.

”A partir de junio de 2017, las cámaras dentro y fuera de la embajada de Ecuador en Londres – continúa Blumenthal – eran unidades estándar de CCTV. Su única función era detectar intrusos. Y lo más importante es que no grababan sonido. Para transformar las cámaras de instrumentos de seguridad en armas de intrusión, Morales le envió un correo electrónico a un amigo, Carlos C.D., quien era dueño de una empresa de equipos de vigilancia llamada Espiamos. Le informó a Carlos que “nuestro cliente” exige que se coloquen nuevas cámaras en la embajada que estén equipadas con micrófonos indetectables. El día 27 del mismo mes, Morales escribió a un empleado: “el cliente quiere tener el control de las cámaras en streaming, en tiempo real, y este control tendrá que tenerlo desde dos ubicaciones diferentes”. Al alterar las cámaras para que pudieran ser controladas desde el exterior y equiparlas con micrófonos ocultos, Morales puso en marcha el mecanismo para fisgonear las conversaciones íntimas de Assange con amigos y abogados. Morales también tomó medidas para enviar las imágenes a un servidor de almacenamiento exterior separado, manteniendo así la operación oculta al SENAIN, la agencia de inteligencia de Ecuador. Las órdenes provenían de una organización que Morales describió simplemente como “el cliente americano” ”.

”Aproximadamente cada 15 días, Morales enviaba a uno de sus trabajadores a la embajada para recopilar material de los grabadores de video digital (DVR) y llevarlo a la sede de la empresa en Jerez, España. Algunos clips importantes se cargaron en un servidor llamado “Operation Hotel”, que luego fue transformado en un sistema de sitios web. En los casos en que el tamaño del DVR era demasiado grande para cargarlo, Morales lo llevaba personalmente a su ‘cliente’ en los Estados Unidos”.

”Para limitar aún más el acceso del gobierno ecuatoriano al sistema de vigilancia instalado en la embajada, Morales instruyó a sus trabajadores: “No podemos darles acceso a algunos de los servicios del programa, para que no se den cuenta de quién tiene más inicios de sesión o quién está en línea dentro del sistema … pero debe parecer que tienen acceso a todo el sistema”. Morales envió a su equipo una presentación en PowerPoint con instrucciones para el nuevo sistema. El objetivo de las instrucciones era crear dos usuarios separados: un administrador para el cliente ecuatoriano sin acceso al inicio de sesión para que no pudieran notar al segundo usuario; y un inicio de sesión de seguridad separado para los estadounidenses, que tendrían el control total de las funciones de vigilancia del sistema. La presentación de PowerPoint con instrucciones para el nuevo sistema estaba en perfecto inglés. “David Morales obviamente no tenía los conocimientos técnicos”, dijo un ex especialista en TI de UC Global que recibió las instrucciones, “por lo que el documento debe haber sido enviado por otra persona. Debido a que estaba en inglés, sospecho que podría haber sido creado por la inteligencia estadounidense”.

”El autor de las instrucciones de PowerPoint era claramente un experto en ciberseguridad, con experiencia en vigilancia electrónica y piratería. En la órbita de Adelson, había al menos un experto en ciberseguridad con un largo historial de colaboración con las fuerzas del orden y la inteligencia de Estados Unidos: el vicepresidente senior y jefe global de seguridad de Las Vegas Sands, Brian Nagel”, concluye Max Blumenthal.

Nagel trabajó también para los presidentes George W. Bush y Bill Clinton. ”Como subdirector del Servicio Secreto, apareció junto al entonces fiscal general de los Estados Unidos, John Ashcroft, en una conferencia de 2003, sobre la lucha contra el ciberdelito y testificó ante el Subcomité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos en marzo de 2007. Excepto esos dos eventos públicos, no hay imagenes públicas de Nagel’, escribió Blumenthal.

”Para garantizar su protección personal, el magnate Adelson reunió un grupo de ex soldados y oficiales de inteligencia israelíes como guardaespaldas. A la cabeza de su equipo de seguridad estaba Zohar Lahav, un ciudadano israelí que se desempeñó como vicepresidente ejectuvo de la seguiridad en Las Vegas Sands. Naturalizado en los Estados Unidos, Lahav trabajó como administrador en el Consulado de Israel en Miami, durante un período en la década de 1990. La Sands Expo de Las Vegas 2016, una feria de la industria de seguridad, brindó la oportunidad para que la compañía de Adelson, y presumiblemente la CIA, reclutaran a David Morales de UC Global . Su reclutador personal, según el testimonio de testigos, fue Lahav”.

”Assange, por su parte, se había convencido de que la seguridad de la embajada lo estaba espiando. A fines de 2017, estaba usando una máquina de ruido blanco en la sala de conferencias principal de la embajada para mantener seguras sus conversaciones con sus abogados, y mantuvo las reuniones más delicadas con sus representantes legales en el baño de mujeres, abriendo los grifos para ahogar el sonido de sus conversaciones. UC Global respondió colocando un micrófono magnético en la parte inferior de un extintor de incendios, lo que les permitió fisgonear a través del ruido blanco. David Morales, por su parte, parece haber mantenido su relación laboral con Adelson y Lahav hasta el momento en que fue arrestado en septiembre de 2019”, informó Blumenthal en The Grayzone.

Esta no es la primera vez que se identifica a la empresa de Andelson como una herramienta de la CIA. Mintpress informó que “la primera vez fue en 2010, cuando un informe de inteligencia privado patrocinado por la industria del juego alegó que un casino de Macao, China, de propiedad de Adelson, estaba grabando imágenes de funcionarios chinos gastando grandes sumas de dinero en mesas de juego para luego enviarlas a la inteligencia de Estados Unidos para que los funcionarios norteamericanos pudieran chantajeados y convertirlos en informantes de la CIA”.

En 2019, el juez español José de la Mata envió a las autoridades británicas una Orden de Investigación Europea (EIO) solicitando permiso para interrogar a Assange por videoconferencia como testigo en el caso contra David Morales. La Autoridad Central del Reino Unido (UKCA), que está a cargo de procesar y responder a las EIO en el Reino Unido, denegó provisionalmente la solicitud de De la Mata. Planteó una serie de objeciones y pidió más detalles. De la Mata respondió a las objeciones de UKCA el 14 de octubre afirmando que Assange era la víctima que había presentado la denuncia y que la divulgación ilegal de secretos y el soborno también son delitos en el Reino Unido. Se informó que los órganos judiciales españoles estaban molestos por la denegación de su solicitud de EIO y creían que el sistema de justicia británico estaba preocupado por el efecto que el caso español podría tener en el proceso para extraditar a Assange a Estados Unidos.

A fines de noviembre de 2019, Gran Bretaña acordó permitir que el juez José de la Mata entrevistara a Assange en la Corte de Magistrados de Westminster a través de un enlace de video el 20 de diciembre.

”El juez español también envió una solicitud al Departamento de Justicia de Estados Unidos para una entrevista con Zohar Lahav, el israelí-estadounidense vicepresidente ejecutivo de seguridad del Las Vegas Sands” y contacto directo de Morales en el casino. ”Según los documentos judiciales revisados por The Grayzone, el juez busca investigar la relación de Lahav con el director ejecutivo de UC Global, David Morales. Esta solicitud sigue a un intento anterior de obtener entrevistas con testigos que fue eficazmente bloqueado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos. Al buscar una entrevista con Lahav e información sobre Nagel, el juez español que preside el juicio penal de Morales está investigando el papel del equipo de seguridad de Adelson como canal entre la CIA y UC Global”, informó Blumenthal en septiembre de 2020.

“Sin proporcionar las fuentes no hay colaboración judicial transnacional con Estados Unidos”. El Departamento de Justicia estadounidense exigió al “juez De la Mata que desvele las fuentes que utiliza para investigar el espionaje contra Assange”, reveló el diario español El País. ”Los fiscales españoles solicitaron las direcciones IP desde las que Estados Unidos accedió al servidor de UC Global en Jerez de la Frontera. En ese servidor se recogieron todas las grabaciones realizadas por las audiocámaras en la Embajada de Ecuador en Londres, donde Assange estuvo detenido arbitrariamente durante siete años y medio. En el mismo medio se almacenaron los informes redactados por los empleados de UC Global sobre cada visitante, así como las fotografías de sus pasaportes, teléfonos móviles y dispositivos digitales. Según los testimonios de muchos empleados y los correos electrónicos utilizados durante el juicio español, la inteligencia estadounidense con la que supuestamente colaboró Morales, tuvo acceso a ese servidor central”.

Precisamente la respuesta de Estados Unidos fue: “para seguir adelante, los españoles tienen que presentar una petición ante un tribunal de EE.UU basada en hechos concretos que demuestren que las direcciones IP solicitadas son relevantes y fundamentales. Necesitamos detalles principalmente sobre las fuentes”. Entre las muchas preguntas de Estados Unidos a los españoles: ”¿A quién cree que Morales le estaba enviando la información? ¿Morales trabajaba para un servicio de información extranjero? ¿Cree que era un espía de grandes potencias extranjeras? ¿O cree que fue solo un caso de soborno?”. Estados Unidos solicitó las respuestas a todas sus preguntas antes del 16 de octubre. ”Si no obtenemos toda la información requerida, asumiremos que las autoridades españolas no están interesadas y archivaremos el caso”, informó El País. Actualmente la investigación se encuentra atascada.

Cabe señalar que el interés por las reuniones de Assange con sus abogados no terminó cuando el gobierno ecuatoriano de Lenín Moreno canceló su contrato con UC Global y la empresa ecuatoriana Promsecurity fue contratada en la primavera de 2018. Las cámaras de video siguieron grabando todas las reuniones y, al menos en una ocasión, fotografiando documentos.

Visita del representante de Trump: “Si nos ayudas, te ayudamos”

El espionaje atrapó prácticamente a todos los que ingresaron a la embajada, incluso al entonces congresista estadounidense Dana Rohrabacher. La abogada de Assange, Jennifer Robinson, asistió a la reunión de agosto de 2017 con Rohrabacher y afirmó que se anunció a sí mismo como emisario oficial de Trump. Dijo que el congresista republicano ofreció un indulto presidencial con la condición de que el editor de Wikileaks pudiera proporcionar pruebas concretas de que el gobierno ruso no pirateó el servidor de correo electrónico del DNC.

Jennifer Robinson explicó que ”la propuesta presentada por el congresista Rohrabacher fue que Assange identificara la fuente de las publicaciones electorales de 2016 a cambio de algún tipo de perdón, garantía o acuerdo que beneficiaría políticamente al presidente Trump y evitaría la acusación y extradición de Assange”. En realidad, Rohrabacher propuso un trato en el que todos salían ganando. Corajosamente y coherente con los principios de WikiLeaks, Assange dechazó la propuesta de delatar a su fuente.

La máquina de espionaje bloquea el nombramiento de Assange como embajador

”En el mes de diciembre de 2017, Assange y sus abogados estaban formulando un plan para salir de la embajada bajo las protección otorgada a los diplomáticos por la Convención de Viena. Una propuesta pedía nombrar a Assange como diplomático de un gobierno amigo como Bolivia o Serbia, garantizándole así inmunidad diplomática. El componente final del plan dependía de la cooperación del jefe del principal servicio de inteligencia de Ecuador, SENAIN, Rommy Vallejo, quien técnicamente era el jefe de David Morales de UC Global. Vallejo llegó a la embajada el 20 de diciembre de 2017, solo cinco días antes de que Assange planeara abandonar la embajada”, informó Sputniknews.

“Vallejo iba a hablar con Assange sobre los detalles finales para salir de la embajada y organizar un vehículo diplomático. Ahora, después de revisar todos los registros y correos electrónicos, encontramos que cuando visitó a Julián, Morales le dijo a su equipo de espías que grabaran todo, abrieran todas las cámaras y tomaran todos los datos de todos los teléfonos móviles. De hecho, tan pronto como terminó la reunión, Morales pidió a sus empleados que le envíen los registros de vigilancia completos por Dropbox. El equipo de UC Global procedió a abrir los teléfonos de Vallejo y tomaron sus códigos móviles. El día después de la reunión de Assange con el jefe del SENAIN, el 21 de diciembre, los fiscales estadounidenses presentaron, en secreto, cargos contra Assange en un tribunal federal en Alexandria, Virginia, que se centraban en un acuerdo ilegal que Assange y Manning habrían alcanzado para que Manning pudiera divulgar ilegalmente información clasificada”.

”Según una fuente involucrada en el plan para otorgar inmunidad diplomática a Assange, el embajador de Estados Unidos en Ecuador, Todd Chapman, informó a las autoridades ecuatorianas que se había enterado de la iniciativa y les advirtió que no la ejecutaran. La fuente también le dijo a The Grayzone que cuando uno de los funcionarios ecuatorianos de la embajada involucrado en la concepción de la estrategia para liberar a Assange regresó a Quito, su vehículo oficial del gobierno fue detenido en una carretera por hombres armados enmascarados en una motocicleta que le robaron su computadora portátil. La computadora contenía información detallada sobre el plan para permitir legalmente a Assange salir de la embajada”.

Detención y cárcel en Londres

El 21 de julio de 2018, el periodista independiente Glenn Greenwald informó que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador estaba finalizando un acuerdo para entregar a Assange al gobierno británico. La semana siguiente, en una conferencia de prensa, el presidente Lenín Moreno confirmó que quería a Assange fuera de la embajada. Esto sucedió nueve meses antes del arresto de Assange en la Embajada de Ecuador. Lenín Moreno había sido vicepresidente de Ecuador de 2007 a 2013, durante el mandato del presidente Rafael Correa, quien otorgó asilo a Assange en 2012. Moreno asumió la presidencia del país en mayo de 2017.

El medio mexicano El Proceso informó que, según una entrevista del British Daily Telegraph con el conservador Alan Duncan, ministro británico de Relaciones Exteriores para América Latina en ese entonces, ”altos diplomáticos británicos, estadounidenses y ecuatorianos negociaron un acuerdo secreto para arrestar a Julian Assange con la intervención de la policía en la embajada ecuatoriana durante diez meses. Se celebraron muchas reuniones en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, en Westminister, Londres. En la primera etapa hubo tertulias entre funcionarios británicos y ecuatorianos, de junio a diciembre. Posteriormente, Londres pidió a Estados Unidos que garantizara que, en caso de que Assange fuera extraditado a Estados Unidos por delitos de espionaje, no enfrentaría la pena de muerte. Al principio los estadounidenses se negaron, pero en abril asintieron”.

Según la radiodifusora australiana ABC, Lenín Moreno llegó a un acuerdo con Estados Unidos para que Assange dejara la embajada ”a través del embajador del país en Alemania, Manuel Mejía Dalmau, según funcionarios estadounidenses y ecuatorianos. Dalmau buscó una “reunión de emergencia” privada en Berlín con el embajador de Estados Unidos en Alemania y director nacional de inteligencia del presidente Trump, Richard Grenell, considerado uno de los enviados más cercanos del presidente Trump en Europa”.

Se ha informado que en una entrevista radial el presidente Moreno calificó la expulsión de Assange como “una casi libertad”, asegurando que “sería libre de vivir en el Reino Unido sin extradición después de cumplir una condena de prisión máxima de seis meses”.

Según la londinense Doughty Street, una cámara de abogados de renombre internacional especializados en derechos humanos y libertades civiles, el fallo se dio poco después de que el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, planteara a Ecuador la cuestión de la concesión de asilo a Assange, durante su visita a Ecuador a finales de junio de 2018. Fue en ese momento que comenzó la tortura dentro de la Embajada de Ecuador y la difamación de Julian Assange por parte de los funcionarios de Lenín Moreno. El 19 de octubre de 2018, la BBC informó que Assange estaba iniciando acciones legales contra el gobierno de Ecuador, acusándolo de violar sus “derechos y libertades fundamentales”. Más tarde ese mes, un juez ecuatoriano falló contra Assange sosteniendo que exigirle de pagar por el uso de Internet y de ocuparse de lo limpieza de su gato no violaba su derecho de asilo.

2019 fue el año decisivo. Desde principios de febrero, el presidente de Ecuador Lenín Moreno, a quien su predecesor Rafael Correa llama “traidor”, enfrentaba acusaciones de corrupción. El 19 de febrero de 2019, el medio La Fuente publicó un artículo titulado El laberinto offshore del Círculo Presidencial. Esta historia detalla cómo el presidente ecuatoriano Lenín Moreno y su familia utilizaron compañías offshore (principalmente INA Investment Corp) para realizar compras costosas (como un apartamento en España y muebles de lujo en Suiza) y recibir pagos inusuales y potencialmente dudosos. Poco después, el 1 de marzo de 2019, documentos relacionados al escándalo de corrupción presidencial fueron publicados en Inapapers.org. El sitio web INAPapers explica que los documentos revelan que Moreno y sus asociados han utilizado “al menos una docena de sociedades offshore incorporadas en varios paraísos fiscales”. La filtración provocó una investigación en el Congreso sobre el presidente Moreno por corrupción, pero Moreno no pudo ni puede ser convocado para una investigación penal mientras siga siendo presidente.

El 26 de marzo, la cuenta de Twitter de WikiLeaks anunció que el Congreso de Ecuador estaba investigando al presidente por corrupción por la filtración de INAPapers. El mismo tuit hacía mención del intento del presidente Moreno de entregar a Assange a cambio del una ayuda con la deuda con Estados Unidos.

El 2 de abril, Lenín Moreno declaró que Assange había “violado las ‘condiciones’ de su asilo” y que “habría tomado una decisión a corto plazo”.

El 10 de abril, el equipo legal de Assange acusó al gobierno ecuatoriano de espiarlo y al día siguiente, el 11 de abril, el gobierno de Quito retiró el asilo a Assange. La policía fue invitada a la embajada, y fue arrestado por la fuerza, declarado culpable de violar la Ley de Fianzas británica de 1976 y enviado a una prisión de máxima seguridad. ”Aunque la solicitud de deportación de Suecia, que estaba en discusión en la audiencia judicial por la que había saltado la fianza, había expirado, como había expirado el asunto por el que Suecia quería interrogarlo”, escribío el sitio web WSWS, ”Assange es encarcelado en una prisión británica de máxima seguridad”.

El mismo día del ‘secuestro’ de Assange en la Embajada de Londres, Ola Bini, un programador sueco y amigo personal de Assange que vivía en Ecuador fue arrestado por Lenín Moreno; luego fue liberado. Además, Rafael Correa, el expresidente de Ecuador que otorgó asilo a Assange, denunció que ese mismo día ”su página de facebook fue bloqueada sin ningún preavisto – después de dos meses facebook le comunicó que era una decisión definitiva sin dar últeriores explicaciones”.

El periodista independiente brasileño Pepe Escobar escribió en esa misma fecha que “Estados Unidos borra mágicamente los problemas financieros de Ecuador, ordenando al Fondo Monetario Internacional (FMI) que libere un préstamo providencial de 4.200 millones de dólares. E inmediatamente después, diplomáticos ecuatorianos “invitan” a la Policía Metropolitana de Londres a entrar a su embajada para arrestar a su invitado de larga estancia”.

El 1 de mayo de 2019, Assange fue sentenciado a 50 semanas y enviado a Belmarsh, la prisión más dura de Gran Bretaña – le habían dado 15 minutos con sus abogados antes de la audiencia. En el Reino Unido, la violación de las condiciones de la fianza, generalmente se castiga con una multa o con unos días en la cárcel.

El mismo día, el gobierno de Estados Unidos reveló una acusación formal contra Assange por presunta intrusión informática, más precisamente conspiración para cometer intrusión informática, relacionada con las filtraciones proporcionadas por la denunciante Chelsea Manning, ”un delito relativamente menor, que conlleva un máximo de 5 años de sentencia si es declarado culpable”. Los cargos derivan de la acusación de que Assange intentó y no pudo descifrar una contraseña para que Chelsea Manning pudiera usar un nombre de usuario diferente para descargar documentos clasificados y evitar la detección, algo que los testigos en las audiencias judiciales de Assange en Londres han refutado.

El 23 de mayo de 2019, el gobierno de los Estados Unidos acusó además a Assange de 17 cargos por violar la Ley de Espionaje estadounidense de 1917, ¡POR UN TOTAL DE 170 AÑOS DE PRISIÓN! Mágicamente, ese mismo mes, como resultado de la revocación de su asilo y la solicitud del abogado de una presunta víctima de violación, la fiscal sueca Eva-Marie Persson reabrió la investigación de Suecia, para luego nuevamente retirarla el 19 de noviembre, afirmando que después de una evaluación exhaustiva “la evidencia no es lo suficientemente fuerte como para formar la base para presentar una acusación”.

Pocas semanas después, el 13 de junio de 2019, el Secretario de Interior de Gran Bretaña, el conservador Sajid Javid, informó que había firmado unos documentos para la extradición de Julián Assange a Estados Unidos. Antes de unirse al partido conservador, Javid trabajaba al Chase Manhattan Bank en Nueva York, ocupándose principalmente de América del Sur. Posteriormente se convirtió en director de Deutsche Bank y en 2005 en su director global de Estructuración de Mercados Emergentes.

El 14 de junio, una audiencia de procedimiento en el tribunal de magistrados de Westminster decidió que el juicio de extradición habría comenzado el 25 de febrero de 2020.

El 13 de septiembre de 2019, en el tribunal de magistrados, la jueza districtual Vanessa Baraitser, dirigida por la jueza Emma Arbuthnot – que ha sido demostrado tiene profundos vínculos familiares con las industrias de armas y seguridad digital, y el estado profundo británico – dictaminó que Assange no sería liberado el 22 de septiembre de 2019 cuando finalizara su condena, por el riesgo de fuga y porque sus abogados no habían solicitado la libertad bajo fianza. Baraitser anunció también que cuando la sentencia de Assange llegara a su fin, su estado de prisión preventiva cambiaría, de prisionero común a una persona que enfrenta la extradición.

Desde su arresto el 11 de abril de 2019, luego de 7 años y medio en la Embajada de Ecuador en Londres y un total de 10 años de detención arbitraria, Julián Assange fue encerrado en Belmarsh, la prisión de máxima seguridad de Londres. Ha estado recluido en aislamiento 23 horas todos los días; se le han negado atención médica; pocas veces se le ha permitido reunirse con sus abogados; se le han concedido pocas y breves llamadas cada mes; y tiene un alto riesgo de contraer Covid19. Assange ha sido maltratado y castigado, ha sido tratado peor que un criminal peligroso. Y últimamente, su pareja Stella Morris ha denunciado que estaba congelado en su celda porque los funcionarios de la prisión no le dan su ropa de invierno.

En el 2020, Assange se ha enfrentado a un juicio injusto y falso en Londres, un juicio farsa.

Incontestablemente su prolongada persecución y las condiciones de su detención equivalen a tortura como el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la Tortura Nils Meltzer ha sentenciado repetidamente. Y ahora parece siempre más evidente que las autoridades británicas , que – para aparentar ser humanitarias – han provisoriamente rechazado su extradición a las terribles prisiones de Estados Unidos por su delicada salud mental y luego, incoherentemente, lo mantienen cautivo detrás de las rejas, lo quieren muerto.

Si llegaste hasta aquí, probablemente simpatizas con el trabajo y el análisis de WikiLeaks y Assange, pero tal vez no. Entonces tienes que entender que este juicio es más que un juicio sobre Assange. Representa el futuro de la libertad de expresión y el futuro de los medios de comunicación libres: pilares del concepto de democracia. Por lo tanto, si te preocupa el futuro de nuestras democracias amputadas e imperfectas, si no quieres la erradicación de cualquier posible mejora real como comunidad humana, si no quieres el fin del actual (engañoso) estado de derecho al que estamos acostumbrados – el caso de Assange debería preocuparte también. La última decisión de la jueza Vanessa Baraister que objeta la extradición de Assange a los Estados Unidos es una victoria sutil y nebulosa y crea un precedente siniestro. Tenemos ante nosotros una bifurcación hacia dos caminos incompatibles: la supervivencia de nuestras imperfectas y violentas democracias (pero que pueden mejorarse) o un nuevo totalitarismo global, quizás sin via de escape. La persecución de Assange apunta a ser un efectivo disuasivo para denunciantes, informantes, decentes periodistas libres, activistas, libres pensadores y todos aquellos que producen información y piensan de manera diferente. Los principales objetivos de esta persecución son dos: silenciar a Assange y WikiLeaks y crear una poderosa mordaza de miedo. En esta era digital, mediática y robótica, en esta era de peligrosa experimentación científica y manipulación genética, realmente no podemos permitir que esto suceda. Nuestro futuro está en juego. Incluso nuestras “democracias” débiles y corruptas pueden perderse fácilmente. Defender a Assange hoy significa luchar contra la distopía. Los poderosos deben responder por sus decisiones y acciones, nuestro futuro como seres humanos está en grave peligro.

MUY PRONTO: PARTE III

AUTORA. Katia Novella Miller es una escritora e investigadora independiente interesada en temas que encuentra interesantes e importantes para el bien común de la humanidad. ”Mis objetivos son buscar la verdad y desenmascarar nuestros falsos sentidos de normalidad y de la realidad”. Para contactarla: katianovellamiller@protonmail.com . Para mayor información visita Quiénes Somos.

 ¡Comparte este Reportaje Especial! ⬇︎


Lee también: PARTE I Las Principales Revelaciones de WikiLeaks


ARTÍCULOS RELACIONADOS: Cómo los Estados Unidos crearon el poder industrial y económico de Alemania, Japón y la Unión EuropeaEl aterrador Sistema de Crédito Social de China y el aumento del control en todo el mundoPorque no soy ni capitalista, ni marxista¿Niza, Francia? Los Nacionalismos, una creación del siglo XIXEs necesario superar los nacionalismos y unirnos

ESPERA, ¡NO TE VAYAS! Necesitamos tu apoyo. Los editores, periodistas, escritores y activistas que escriben y cuentan la verdad trabajan duro y pagan un alto precio. Si respetas y aprecias el contenido de este artículo, por favor apoya nuestro esfuerzo compartiendo nuestros artículos y si puedes con una donación (abajo). Si quieres apoyar el trabajo de WikiLeaks puedes donar a WikiLeaks aquí. ¡Gracias!

Haz una donación con PayPal o con tu carta

Google, Facebook, Instagram, Twitter… están tratando de silenciar los medios independientes que luchan por la verdad y un mundo mejor. Por esta razón es muy importante que la gente haga su propia investigación , que vaya directamente a nuestro website o a otros, se inscriba a dististas listas de e-mails y no dependa de las redes sociales para informarse. Por favor escribe tu dirección de correo para recibir nuestros reportes en tu buzón electrónico

Procesando…
¡Gracias por haberte inscrito!
Colabora con KBNBWorldNews

¡Síguenos! Estamos en Facebook, Twitter, Instagram, VK y Telegram (KBNBWorld). Y puedes seguir también nuestros nuevos canales de video: BitChute, UGETube o You Tube.

Imagen de carátula: Diana Balderrama.

KBNBWorldNews es una organización de noticias por el bien común global sin fines de lucro.

Contacto con la redacción: kbnbworldnews@gmail.com

Media: ¿Quieres publicar nuestro artículo?

KBNBWorldNews: Quiénes Somos

Página Principal

KBNBWorldNews Copyright

Leave a comment