Las fronteras americanas de hoy fueron una cuestión de poder global en el pasado: América Española, Brasil y el Caribe, nacimiento y formación – PARTE II

Cómo han cambiado las fronteras de los países americanos desde la colonización. Por Katia Novella Miller


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Las fronteras americanas de hoy fueron una cuestión de poder global en el pasado: América Española, Brasil y el Caribe, nacimiento y formación

Por Katia Novella Miller

Segunda Parte

“Para eliminar un pueblo, se comienza despojándolo de su memoria. Destruyes sus libros, su cultura, su historia. Y otros escriben otros libros, les da otra cultura, inventa otra historia; después de esto, las personas lentamente empezarán a olvidar lo que es y lo que era. Y el mundo que las rodea lo olvidará más rápidamente… La lucha de la humanidad contra el poder es la lucha del hombre contra el olvido”

Milan Kundera

REPORTE/LECTURA LARGA. Probablemente todo el mundo sabe que los países de América de habla hispana alguna vez fueron parte del otrora famoso, aunque muy borroso, Imperio español, que precedió a los imperios anglosajones de nuestros días como potencia global. Mientras que Brasil era una colonia portuguesa y hacía parte del Imperio de ese reino. Pero, ¿Sus fronteras eran como son hoy? ¿La América española incluía también territorios asiáticos? ¿Cómo obtuvo Gran Bretaña Belice? ¿Dinamarca y Suecia también tenían colonias en el Caribe? Aquí les daré una idea general de cómo ha evolucionado desde el comienzo de la colonización, esta parte del mundo. Un conocimiento que les ayudará a comprender lo que realmente ha sucedido y por qué las cosas son como son hoy.

En la Primera Parte de este informe hemos analizado en términos generales cómo Canadá y los Estados Unidos de América se transformaron a sus formas actuales (y en una superpotencia), anexando territorios coloniales holandeses, franceses, rusos y, principalmente, haciendo la guerra contra los españoles y más tarde contra los mexicanos. Quiero enfatizar nuevamente que en este informe me estoy enfocando exclusivamente en los conflictos entre europeos para afirmar su dominio en tierras habitadas por pueblos nativos americanos, pero que esas guerras contra los pueblos originarios no son el tema de este reporte. Además creo necesario evidenciar que no solamente se trata de un argumento del que la gente, incluyendo a los latinoamericanos y a los pueblos ibéricos, sabe verdaderamente poco, también sobre el que han sido impuestas falsas narraciones probablemente en todos los países de América Latina y fraudolentas ideas imperialistas en el resto de los países. Por esta razón no es improbable que la lectura de este texto pueda crear hasta un shock cognitivo y emocional en los lectores hispanohablantes. Aclarado esto, sin prejuicios y llevando como única bandera la busqueda de la verdad, veamos ahora cómo los países definidos con el término político de ‘América Latina’ han obtenido sus fronteras actuales.

AMÉRICA ESPAÑOLA, EN OTRAS PALABRAS: EL IMPERIO ESPAÑOL

Después de la primera expedición de Cristóbal Colón en 1492, en la que probablemente visitó las Bahamas, Cuba, La Española (Haití y Santo Domingo) y Puerto Rico, el asentamiento español efectivo comenzó en 1493, cuando en su segundo viaje Colón llevó ganado, semillas y otras cosas básicas a La Española.


En sus cuatro expediciones Colón desembarcó y reclamó para los reyes castellanos muchos territorios americanos, muchas islas de las Antillas Menores, todas las Antillas Mayores, tierras en América Central y en el Atlántico Norte de América del Sur, supuestamente en la actual Venezuela.


Proveniendo de una cultura (europea) que daba gran valor a la propiedad privada, a las riquezas materiales, a la codicia, y a egoísmos crueles, Colón en su busqueda de riquezas materiales “llevó adelante una empresa omicida que llevó a la desaparición de pueblos enteros” en las tierras que conquistó: decenas de miles de nativos americanos murieron en su busqueda de riqueza y gloria.

En 1494, un año después del segundo viaje de Colón, el Tratado de Tordesillas, negociado entre el Reino de Castilla y el Reino de Portugal, dividió las tierras (supuestamente) recién descubiertas por los europeos – ¡y el mundo fuera de Europa! – exclusivamente entre Portugal y Castilla.

Línea de demarcación establecida por el Tratado de Tordesilla y primera organización territorial del territorio sudamericano español.

Pero no fueron los asentamientos fundados por Colón, sino la invasión del Imperio Azteca por Hernán Cortés y sus hombres, y sucesivamente la invasión de los territorios Incas por Francisco Pizarro y los hombres que lo acompañaban, a empujar al rey de España, Carlos V de Asburgo, a organizar definitivamente las tierras conquistadas en América a través de la creación de dos áreas administrativas: el Virreinato de Nueva España (1535) en la parte septentrional y el Virreinato del Perú (1542) en la zona meridional.

VIRREINATO DE NUEVA ESPAÑA: AMÉRICA DEL NORTE, AMÉRICA CENTRAL, CARIBE Y ASIA

Poco después de la toma de los territorios aztecas (1519-1521), en 1535 la corona española estableció el Virreinato de Nueva España, una vasta área administrativa que algunos años después incluía territorios en América del Norte, América Central, el Caribe, Asia y el Pacífico. Su frontera sur en el continente americano estaba en el istmo de Panamá, aunque parte de él también era la provincia de Venezuela, en el norte de América del Sur. La capital del Virreinato de Nueva España era la Ciudad de México, fundada sobre las ruinas de la capital azteca Tenochtitlán.

En el período de su mayor extensión, el Virreinato de Nueva España incluía los territorios de Nutka y Oregón en Norteamérica, que se extendían desde el norte de California hasta Alaska, y Luisiana, el antiguo territorio colonial francés cedido por Francia a España en 1762 y luego vendido a Estados Unidos por Napoleón.

Para ser precisos, el territorio del Virreinato de Nueva España incluía los actuales estados estadounidenses de California, Nevada, Colorado, Utah, Nuevo México, Arizona, Texas, Oregón, Whashington, Florida y parte de Idaho, Montana, Wyoming, Kansas y Oklahoma.

En Centroamérica y el Caribe eran parte del virreinato: Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Cuba, Puerto Rico, La Española (Santo Domingo y Haití), y muchas Antillas Menores, como Trinidad y Tobago y Guadalupe.


En Asia y el Pacífico formaban parte del Virreinato de la Nueva España: Filipinas, Palaos, las Islas Marianas del Norte (incluida Guam) y las Islas Carolinas. Y en América del Sur: la Provincia de Venezuela.

Virreinato de Nueva España.

El Virreinato de Nueva España (nombre dado por Hernán Cortés) fue el área administrativa colonial española más extensa y rica en América. Pero, ¿qué era exactamente un virreinato? Sobre este término hay cierta confusión, por lo que es mejor aclarar que los virreinatos eran las principales áreas administrativas del reino de Castilla en América, pero no eran ‘colonias’, o sea no eran algo así como ‘colonias autónomas’ o ‘estados independientes’: eran zonas administrativas del reino de Castilla, que a su vez estaban divididas en áreas administrativas más pequeñas y, a menudo, pero no siempre, menos importantes.

De hecho, el Virreinato de la Nueva España era también dividido en reinos menores. En esa época era común decir Reino de México y Michoacán (1527) o Reino de Nuevo México (1598). Estos reinos eran áreas administrativas más pequeñas dentro del virreinato.

Además también había Capitanías Generales, que eran divisiones administrativas de segundo nivel. Las Capitanías Generales eran territorios bajo la amenaza de contraataques de los pueblos originarios (nativos americanos) o de invasión extranjera, principalmente holandesa e inglesa.

Las Capitanías Generales del Virreinato de Nueva España fueron: Santo Domingo (del que sucesivamente nacerá la Capitanía General de Cuba), Yucatán, Filipinas (1574), Puerto Rico, Guatemala y posteriormente la Comandancia y Capitanía General de las Provincias Internas, distrito administrativo novohispano del Imperio español creado en 1776 en el actual norte de México y suroeste de los Estados Unidos.


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Las Capitanías Generales, establecidas en áreas con riesgo de ser atacadas por piratas y/o donde los nativos americanos se defendían tratando de deshacerse de los invasores europeos, de hecho podían tomar decisione autónomas sin consultar al gobierno virreinal en Ciudad de México o, en el caso de la Sudamérica española, en Lima.

Ahora bien, no olvidemos que la historia la escribe el ganador y que el mundo hispano fue el principal perdedor en Amérca. Por lo tanto, antes de analizar la organización territorial, extensión y transformación del Imperio Español, hay una cosa fundamental que debe entenderse para poder acercarnos a la verdad histórica. Durante varias décadas, las universidades y académicos anglosajones, con su fuerte poder de influencia global, han estado liderando los estudios sobre la historia española e hispanoamericana, y estas instituciones y sus académicos han adoptado términos que desorientan y nos alejan de la realidad histórica. Términos como ‘colonia’ o ‘colonias’, que pueden usarse correctamente para la colonización inglesa, están fuera de lugar en la historia colonial española ya que esta terminología – por cierto muy funcional para los nacionalismos hispanoamericanos actuales y las élites gobernantes, en mi opinión- nunca fue utilizada por los ‘españoles’ o hispanoamericanos en la época colonial, ni por los portugueses. Resumiendo: la monarquía española organizaba sus territorios coloniales de ultramar en zonas administrativas denominadas ‘virreinatos’ y ‘capitanías’, a veces algunas de estas zonas se denominaban reinos pero nunca colonias como ha señalado el historiador español Guillermo Céspedes. Este estudioso también ha señalado que más allá de estas identidades nacionales embrionarias, y a pesar de la inmensidad del territorio, en la época colonial los hispanoamericanos (criollos) en su conjunto se sentían parte de un solo reino o territorio colonial.

Aclarados estos importantes detalles, ahora echemos un vistazo más de cerca a las Capitanías Generales del Virreinato de Nueva España.

CAPITANÍA GENERAL DE YUCATÁN. Incluía los actuales territorios mexicanos de Campeche, Quintana Roo, Tabasco, Yucatán, el Petén guatemalteco y Belice, que fue ocupado por los británicos alrededor de 1716, casi 200 años después de la llegada de los españoles. Belice fue conocido como Honduras Británica hasta 1973. Parece que Guatemala ha estado reclamando sus derechos territoriales sobre Belice hasta nuestros días.

CAPITANÍA GENERAL DE GUATEMALA. Incluía a los actuales estados de Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y el estado mexicano de Chiapas.

Capitanía General de Guatamala, 1780.

CAPITANÍA GENERAL DE PUERTO RICO. Fue creada en 1580 para brindar una mejor gestión militar de la isla. Anteriormente había estado bajo el gobierno directo de un solo gobernador y bajo la jurisdicción de la Audiencia de Santo Domingo.

CAPITANÍA GENERAL DE CUBA. Creada en 1607 como parte del intento de la España de los Habsburgo de defender y administrar mejor sus posesiones caribeñas. La Capitanía General de Cuba administraba la Florida española y el vasto antiguo territorio francés de Luisiana (hoy EE.UU.), que fue cedido secretamente a España por Francia con el Tratado de Fontainebleau en 1762, tras la derrota de Nueva Francia (en los actuales EE.UU. y Canadá) en la Guerra de los Siete Años. Con el Tratado de Fontainebleaula Francia renunció a sus reclamos sobre la mayor parte de su territorio colonial canadiense a favor del reino de Gran Bretaña.

Luisiana francesa sucesivamente española.

Durante el dominio español, a capital de la Luisiana era Nueva Orleans, que se convirtió en uno de los principales puertos donde se almacenaban los preciados bienes asiáticos traídos de la Capitanía General (española) de Filipinas.

CAPITANÍA GENERAL DE FILIPINAS. Fue un distrito administrativo del Imperio español en el sudeste asiático gobernado por un gobernador general como dependencia del Virreinato de Nueva España hasta la independencia de México, cuando fue trasladado directamente a Madrid.

Llegada de los españoles a la Flipinas: en 1521 el navegante Fernando de Magallanes al servicio del reino de Castilla llegó al archipiélago filipino y tomó posesión ‘legal’ de las islas sin dejar allí ni un solo soldado. Después de la exploración de Magallanes, siguieron algunas expediciones, incluso enviadas por Hernán Cortés, pero no tuvieron éxito.

Fue en 1544 cuando Filipinas se integró al Virreinato de la Nueva España. Sin embargo, fue en 1611 que los españoles “enviaron una delegación para visitar tierras japonesas y establecer contactos comerciales con esa nación”, y cuando nació la famosa Nao de China, que durante trescientos años desembarcó en Acapulco las mercancías provenientes de territorios asiáticos. El Galeón de Manila, también llamado Nao de China o Galeón de Acapulco, eran una serie de barcos que cruzaban el Océano Pacífico una o dos veces al año, desde Manila (Filipinas) hasta los puertos de Nueva España en América, principalmente Acapulco, y desde allí viajaban a España – desde donde muchas de estas mercancías viajaban a otras partes de Europa.

El último Galeón de Manila llegó a México en 1813.

La Capitanía General de Filipinas incluía las Filipinas, las Islas Marianas (actualmente Guam de EE.UU. y las Islas Marianas del Norte), Palaos y las Islas Carolinas (hoy Estados Federados de Micronesia).



COMANDANCIA Y CAPITANÍA GENERAL DE LAS PROVINCIAS INTERNAS. Fue un distrito administrativo del Imperio español creado en 1776, en lo que hoy es el norte de México y el suroeste de los Estados Unidos. Su creación fue parte de las Reformas Borbónicas y de un esfuerzo por vigorizar el crecimiento económico y demográfico para evitar la invasión de la región por parte de Gran Bretaña y los EE.UU. Incluía (en los EE.UU.) California, Nuevo México y Texas.

PROVINCIA DE VENEZUELA. La Provincia de Venezuela, también conocida como Provincia de Caracas, fue una provincia del Imperio Español desde 1527 y formó parte del Virreinato de Nueva España, aunque durante algunos períodos fue administrada por el Virreinato del Perú. La conquista (o invasión) de la región venezolana fue dada a los alemanes – que en esos años eran súbditos imperiales del Rey de España.

Durante la mayor parte de su existencia, la Provincia de Caracas estuvo sujeta a la supervisión legal y administrativa de la Real Audiencia (novohispana) de Santo Domingo; la supervisión administrativa se transfirió al Virreinato de Nueva Granada cuando este nuevo virreinato fue creado a partir de las zonas más septentrionales del Virreinato del Perú en 1717.

En 1777 fue convertida en la Capitanía General de Venezuela. La supervisión legal de Santo Domingo terminó pocos años después, en 1786 – la mayoría de las Antillas Menores españolas y Guyana estaban en el distrito de la Real Audiencia de Santo Domingo.

VIRREINATO DEL PERÚ, EN OTRAS PALABRAS: LA AMÉRICA DEL SUR ESPAÑOLA

En 1529, antes del asesinato del último Inca Atahualpa, el rey de España y emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Carlos V, creó la Gobernación de Nueva Castilla nombrando gobernador a Francisco Pizarro, más conocido como el conquistador del Imperio Inca.

Sucesivamente, entre el 1534 y el 1539, Carlos V dividió América del Sur en seis gobernaciones: Nueva Castilla, que como hemos visto fue otorgada a Francisco Pizarro; Nueva Toledo, concedida a Diego de Almagro; la Gobernación Río de la Plata o Nueva Andalucía, conferida a Pedro de Mendoza; Nueva León, asignada a Simón de Alcazaba. En 1539 se añadieron dos nuevas gobernaciones: una en torno al Estrecho de Magallanes, denominada Terra Australis y otorgada a Pedro Sancho de la Hoz y la Gobernación de Tierra Firme en el norte. Tres años más tarde, en 1542, fue creado el Virreinato del Perú al que fueron anexadas todas estas gobernaciones, con la única excepción de la Provincia de Venezuela que quedó bajo la Audiencia de Santo Domingo del Virreinato de Nueva España.

En 1543 fue establecida la Real Audiencia de Lima (cuya capital era la actual capital peruana). La Real Audiencia limeña sostituyó también la jurisdicción de la Audiencia de Panamá sobre la Patagonia.

Hacían parte del Virreinato del Perú los actuales territorios de Panamá, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Paraguay, Chile, Argentina, Uruguay y la mayor parte de la selva amazónica (actualmente en Brasil). Como en el Virreinato de Nueva España, este vasto territorio fue dividido en muchas audiencias, gobernaciones y una Capitanía General: la Capitanía General de Chile, que fue fundada en 1789 (antes era una gobernación).

Virreinato del Perú en 1650.

Hallándose mucho más lejos y siendo mucho más difícil de llegar a él, respecto al Virreinato de Nueva España, el Virreinato del Perú era considerado más exótico y misterioso.

LAS REFORMAS BORBÓNICAS. La derrota de la casa austríaca de los Habsburg (Habsburgo o casa de Austria) y la llegada de los franceses Bourbon (Borbones) al trono de Castilla y Aragón (España) a principios del siglo XVIII, trajeron consigo reformas administrativas y territoriales en la América del Sur española.

VIRREINATO DE NUEVA GRANADA. En 1717 en la parte septentrional del Virreinato del Perú fue creado el nuevo Virreinato de Nueva Granada. La nueva área administrativa virreinal incluía (aproximadamente) Panamá, Colombia, Ecuador y la Provincia de Venezuela (que como hemos ya visto, anteriormente estuvo principalmente bajo la Audiencia de Santo Domingo de Nueva España). La fragmentación del virreinato del Perú y la creación del Virreinato de Nueva Granada fue sugerida al rey por un virrey del Perú napolitano para así disuadir el contrabando de mercancías introducido principalmente por los británicos y también para obstruir los ataques de corsarios y piratas.

Virreinato de Nueva Granada.

VIRREINATO DEL RIO DE LA PLATA. Por las mismas razones que llevaron a la creación del Virreinato de Nueva Granada y para impedir la ocupación de ‘tierras españolas’ por los portugueses de Brasil, en 1776 fue creado el Virreinato del Río de la Plata en la zona meridional del Virreinato del Perú. Este nuevo virreinato incluía (aproximadamente) los actuales Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay. El Virreinato del Río de la Plata duró solo 34 años, ya que en 1810 comenzó la guerra de independencia argentina.

LA CAÍDA DE UN IMPERIO: EL REINO DE GRAN BRETAÑA Y EE.UU. CONTRA ESPAÑA

A lo largo de la época colonial siempre hubieron conflictos entre los ‘españoles’ y los colonos británicos ya que estos últimos constantemente intentaban apoderarse de las tierras españolas en América del Norte. Estos enfrentamientos involucraron tanto al Canadá como a las Trece Colonias (nombre colonial de los EE.UU.).

Como hemos visto, durante la colonia, todos los territorios del norte de Hispanoamérica formaban parte de la zona administrativa del Virreinato de Nueva España.

EXPANSIÓN BRITÁNICA HACIA EL PACÍFICO: EL TERRITORIO DE NUTCA. La mayor parte, si no toda América del Norte, excepto Groenlandia, estaba dentro del área otorgada por el Tratado de Tordesillas de 1494 al Reino de Castilla (España). Y España era celosa de su dominio del Pacífico. Por esta razón, preocupada por la presencia rusa en Alaska y el norte de California, en 1789-95 el reino ibérico reclamó el Pacífico y la costa noroeste del actual Canadá como su territorio exclusivo por derecho del Tratado de Tordesillas. ¡Pero ya el principal enemigo de España, el Reino de Gran Bretaña, dominaba el mundo europeo y además anhelaba desde hace mucho tiempo una salida al Océano Pacífico!

Sobre la base del acuerdo de familia de los Borbones de apoyo mutuo, España creía que podía contar con el apoyo de Francia, pero supuestamente y a pesar de las hostilidades previas, los gobiernos de Gran Bretaña y Francia se reunieron en privado para discutir los términos de una alianza contra España en caso de guerra por los reclamos territoriales sobre el territorio de Nutca. “La correspondencia sobre estos eventos se ha perdido o puede haber sido destruida a propósito. Es probable que el gabinete británico encargara y ordenara destruir” esas cartas.

España, sin la ayuda francesa, decidió negociar para evitar la guerra y firmó la primera Convención de Nutca en 1790.

La Convención de Nutca fue ‘revolucionaria’ para las costumbres políticas europeas. Socavaba la noción de que un país podía reclamar soberanía exclusiva sin establecer asentamientos. En otras palabras, estableció que no era suficiente reclamar un territorio por una concesión del Papa, o por “derecho de primer descubrimiento”: las reclamaciones tenían que estar respaldadas con algún tipo de ocupación real. Este alejamiento de los actos simbólicos de soberanía hacia actos físicos de ocupación supuso el fin de la era de las reivindicaciones territoriales sin una ocupación física que habían caracterizado los primeros siglos de la invasión europea del continente americano.

Para los británicos el resultado fue un triunfo, pues sancionó que España no tenía derechos sobre las tierras al norte de California. Con la firma de la Convención de Nutca, esa región ”española”, hoy conocida como Columbia Británica (en Canadá), se abrió al comercio británico y fue a raíz de este conflicto que Gran Bretaña se convirtió en la potencia dominante en el Pacífico.

Ochenta años más tarte, la Columbia Británica se unió a la Confederación Canadiense (británica) que había sido proclamada en 1867, convirtiéndose así en parte de Canadá en 1871.

LUISIANA ESPAÑOLA. La primera gran expansión de los Estados Unidos de América se produjo con la Compra de Luisiana de 1803, que duplicó el territorio del país.

Como parte de los términos del Tratado de París de 1763, firmado después de la derrota de Nueva Francia (ubicada los actuales Canadá y EE.UU.) en la Guerra de los Siete Años, Francia renunció a sus reclamos sobre la mayor parte de su territorio canadiense a favor de Gran Bretaña. Sin embargo, Francia ya había transferido en secreto su vasto territorio de Luisiana a España con el Tratado de Fontainebleau en 1762.

La Luisiana española estuvo bajo el control directo de la Capitanía General novoespañola de Cuba durante 38 años.

Luisiana española.

Sucesivamente, en 1800, bajo la presión de Napoleón, España se vio obligada a regresar Luisiana y Nueva Orleans a Francia – Nueva Orleans era para entonces una de las principales áreas de almacenamiento de las mercancías provenientes de los Galeones de Manila. Napoleón prometió devolver estos territorios a España si Francia alguna vez los abandonaba, pero incumpliendo el acuerdo con España, el francés Napoleón vendió Luisiana y Nueva Orleans a los Estados Unidos en 1803.

LA PÉRDIDA DE LAS FLORIDAS. A lo largo del siglo XVII, los colonos ingleses de las colonias de Virginia y Carolina empujaron gradualmente los límites del territorio español, lo que provocó el colapso del sistema de misiones españolas y la derrota de los indios apalaches aliados de España, abriendo Florida a las incursiones de esclavos que en su gran mayoría escapaban de los territorios coloniales británicos.

La primera vez que el reino español perdió Florida fue durante la Guerra de los Siete Años (1756-1763), cuando el reino de Gran Bretaña capturó La Habana (Cuba). Al final de esa guerra, España cedió Florida a Gran Bretaña a cambio de Cuba. Para asegurar su dominio, el gobierno británico concedió tierras a soldados y oficiales para fomentar la colonización y con este fin se publicaron en Inglaterra relaciones sobre las riquezas naturales de Florida. Sin embargo, en 1783, al final de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos (1776), con el Tratado de París Gran Bretaña devolvió a España Florida aunque sin definir las fronteras.

El segundo dominio español de Florida duró desde 1783 hasta 1821.

En los primeros años del siglo XIX, la afluencia ilegal de colonos ingleses, escoceses e irlandesesy principalmente de estadounidenses de Georgia y Carolina del Sur hacia el oeste de Florida se volvió un flujo continuo. Y junto a esos europeos y descendientes de europeos, migraban también esclavos fugitivos y nativos americanos.

PROCLAMACIÓN DE LA REPÚBLICA INDEPENDIENTE DE LA FLORIDA OCCIDENTAL. Estados Unidos afirmaba que el oeste de Florida era parte de la Compra de Luisiana (1803), un reclamo disputado por los españoles ya que habían controlado el oeste de Florida como una provincia separada de Luisiana desde 1783. Ignorando los reclamos territoriales españoles, colonos estadounidenses, junto con algunos colonos británicos, establecieron un punto de apoyo permanente en el extremo occidental del oeste de Florida (español) durante la primera década del siglo XIX. Y en el verano de 1810, comenzaron a planear una rebelión contra el dominio hispano. Los rebeldes atacaron y vencieron a la guarnición española en Baton Rouge y proclamaron la “República Libre e Independiente de Florida Occidental” (Florida Occidental no estaba dentro de lo que hoy es el estado de Florida, sino en Luisiana y Misisipi).

Después de dos meses y medio, la República de Florida Occidental fue anexada por los Estados Unidos de América. España pidió la intervención británica, pero Londres se negó a ayudarla en las negociaciones.

FLORIDA DEL ESTE O ESPAÑOLA. En 1812, un grupo de estadounidenses ocuparon la isla de Amelia: la iniciativa fue llevada a cabo por el general George Matthews, quien proclamó a la isla Amelia una nueva república y dirigió a sus voluntarios y algunas tropas regulares contra la ciudad española de San Agustín. El presidente de los Estados Unidos James Monroe,devolvió la isla a España en 1813, pero fue una breve tregua. Unos años más tarde, los nativos seminolas y los negros que se había escapado de Estados Unidos y que vivían en Florida fueron acusados ​​​de saquear asentamientos de colonos en Georgia (EE.UU.). Después de unas cuantas guerras estadounidense en territorio español, en 1818 los Estados Unidos de América tomaron el control del oeste de Florida de forma permanente. Y fue posteriormente a estas incursiones militares estadounidenses, que España decidió ceder Florida ya que no podía controlar el territorio ni enviar colonos, además de que obtenía pocos ingresos de ella. La cesión se realizó a través del Tratado Adams-Onís de 1819, también conocido como la Compra de Florida, que además resolvió otras disputas fronterizas entre la América española y los EE.UU.

Es falso que EE.UU. pagó a España por Florida, en cambio accedió a pagar las reclamaciones legales de ciudadanos estadounidenses contra España, hasta un máximo de 5 millones de dólares.

Florida se convirtió en el estado número 27 de los EE.UU. en 1845.

CONDADO DE OREGÓN – El Tratado Adams-Onis de 1819 (o Compra de Florida) resolvió también el conflicto entre España y EE.UU. sobre el territorio de Oregón. Prácticamente España se vio obligada a ceder Oregón, conocido por los británicos y en la historia canadiense como Distrito de Columbia, aunque era un territorio más extenso. Se expandía desde la California española hasta la Alaska rusa (incluyendo el territorio de Nutca sobre el que ya he escrito anteriormente). Como todos los territorios españoles del norte de América, formaba parte del área administrativa del Virreinato de Nueva España.

Un año antes de esta ulterior derrota española, la Convención Angloamericana, también conocida como Convención de Londres, firmada por Gran Bretaña y Estados Unidos, había desconocído por completo el acuerdo establecido entre Gran Bretaña y España en la Convención de Nutca de 1794, acuerdo que otorgaba a España y al reino británico derechos compartidos en la región. En vez la Convención Angloamericana excluía a España y permitía exclusivamente la ocupación y el asentamiento británico-estadounidense en el territorio de Nutca: solamente el Reino de Gran Bretaña – del que era parte Canadá – y Estados Unidos podían reclamar tierras y se les garantizaba la libre navegación en todas partes.

España renunció a todos los reclamos al norte del paralelo 42. Para Madrid esta fue una retirada histórica en sus 327 años de búsqueda de tierras en el continente americano, mientras que Estados Unidos ahora tenía un punto de apoyo firme en la costa del Pacífico y podía comenzar a colonizar el territorio de Oregón ocupado conjuntamente con Gran Bretaña.

Además, con la Compra de Florida (o Tratado Adams-Onis, 1819), la Corona española cedió también sus derechos de navegación en el Misisipi, pero durante algunos años siguió siendo el único soberano de Texas, territorio que Estados Unidos sostenía ser parte de Luisiana, vendida por Napoleón a los Estados Unidos de América en 1803.

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AMÉRICA ESPAÑOLA HACIA LA INDEPENDENCIA

Para cualquiera que haya investigado un poco sobre este tema, resulta bastante obvio que los países que tenemos hoy en Hispanoamérica son el resultado de las luchas de las élites locales por el control directo de las riquezas del territorio. A los académicos les gusta enfatizar que la independencia de Hispanoamérica fue una consecuencia directa de las políticas económicas y administrativas de la España de los Borbones, pero el papel del reino de Gran Bretaña y los EE.UU. no ha sido suficientemente investigado y la academia lo describe como “neutral”. Una narrativa oficial que muy probablemente muy pronto será puesta en tela de juicio

El proceso de independencia en el norte de Hispanoamérica estuvo marcado por una guerra abierta, aunque encubierta, llevada a cabo por Estados Unidos contra lo que hoy es México (de hecho debería llamase ‘guerra de ‘Estados Unidos contra México’). En otras áreas de Hispanoamérica fue un proceso lento, complicado, poco claro, violento, agotador, costoso, empobrecedor e indirecto. En algunas zonas fueron ataques anglosajones directos contra territorios americanos que todavía controlaba el reino español. Muy a menudo, antes del nacimiento de las naciones que vemos hoy en los mapas políticos del mundo, aparecíeron y desaparecíeron nuevas identidades nacionales, veamos algunas de las más conocidas.

EL IMPERIO MEXICANO. El año que ahora se reconoce como el de la separación del Virreinato de la Nueva España de España es el 1821: año en que se crea el Imperio Mexicano (1821-1823). Su territorio comprendía todo el virreinato continental de Nueva España (es decir incluía toda América Central hasta Costa Rica), pero no las Capitanías Generales de Cuba, Santo Domingo, Puerto Rico y Filipinas, que estuvieron bajo España hasta la Guerra Hispano-Estadounidense de 1898.

LA REPÚBLICA FEDERAL DE CENTROAMÉRICA. La Capitanía General (colonial) de Guatemala proclamó su independencia de España en 1821 (el mismo año que México) y, a pesar de la negativa de San Salvador y Costa Rica, se unió al Imperio Mexicano.

Después de la abolición del Imperio Mexicano en 1823, se convirtió en la República Federal de Centroamérica. Esta incluía, apróximadamente, a Chiapas (MX), Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica. La república se disolvió entre 1840 y1841, años en los que nacieron las naciones independientes que hoy conocemos.

Con la caída del (primer) Imperio Mexicano, también México se convirtió en república en 1824.

GUERRA: ESTADOS UNIDOS CONTRA MÉXICO.

La guerra contra México fue la secuela de las ambiciones expansionistas de Estados Unidos. El primer paso fue la creación de la República de Texas en 1836.

PROCLAMA DE LA REPÚBLICA DE TEXAS. Después de la independencia del Virreinato de Nueva España, todos los territorios españoles en los Estados Unidos de hoy fueron parte del Imperio Mexicano primero y de México después. Tal fue el caso de Texas, donde colonos estadounidenses organizaron disturbios en 1834. Para entonces los colonos estadounidenses en el área superaban en número a los mexicanos por un margen considerable. Los colonos ”anglos” declararon su independencia de México estableciendo la República de Texas en 1836.

Nueve años después Texas fue anexado por los Estados Unidos (1845).

GUERRA MEXICANO-ESTADOUNIDENSE. Como resultado de la anexión de Texas, Estados Unidos heredó las disputas fronterizas en el sur y en el oeste con México, que se había negado a reconocer la independencia de Texas o de aceptar las ofertas estadounidenses para comprar el territorio. En consecuencia, la anexión condujo a la Guerra México-Estados Unidos (1846-1848).

Tras el bombardeo de Veracruz, donde murieron al menos 1.000 civiles, y muchas otras luchas en territorio mexicano, soldados estadounidenses ocuparon suelo mexicano y su capital, Ciudad de México.

REPÚBLICA DE CALIFORNIA. El guión de lo ocurrido en California no es muy diferente al de Texas. Siendo inminente el inicio de la Guerra Mexicano-Estadounidese (que debería llamarse Guerra de Estados Unidos contra México, como he ya mencionado), el levantamiento fue liderado por colonos californianos provenientes de Estados Unidos, ayudados por marines estadounidenses. Como resultado de esas revueltas, en 1846 fue proclamada la República de California.

La República de California tuvo una vida corta, solo 25 días, antes de ser anexada por los Estados Unidos de América.

Para liberarse de la ocupación estadounidense, México se vio obligado a ceder el 55% de su territorio. Los territorios que México tuvo que entregar fueron (aproximadamente): Texas, California, Arizona, Colorado, Nuevo México, Wyoming, Utah, Nevada y parte de Oklahoma y Kansas. Estados Unidos pagó a México una compensación de 15.000.000 de dólares, ”la mitad de lo que ofreció para comprarlos antes de la guerra”.

SANTO DOMINGO Y HAITÍ

Como hemos visto, según el Tratado de Tordesillas la Isla de La Española era de la corona madrileña. Pero a principios del siglo XVII, piratas franceses y británicos comenzaron a ocupar los territorios occidentales. Fue así que la parte oeste de la isla fue colonizada gradualmente por bucaneros franceses. En 1697, Francia y España resolvieron sus hostilidades en la isla por medio del Tratado de Ryswick, dividiéndosela. Francia recibió el tercio occidental y posteriormente lo llamó Santo Domingo.

Un siglo más tarde, en 1795, España se vio obligada a ceder toda la isla a Francia, hecho que fue aborrecido por los hispanoamericanos de La Española. Nueve años después, en 1804, Haití se independizó de Francia y prácticamente el Santo Domingo español fue ocupado por los británicos, quienes se fueron solo después de ser compensados ​​​​y obtener un trato comercial especial. Luego de la partida de los británicos, en 1821 Santo Domingo y Haití se unieron convirtiéndose en Haití y Haití español. Y fue en esa fase que muchos negros y mulatos de Haiti se trasfirieron a Santo Domingo. La unión duró 22 años. En 1861 los dominicos españoles declararon que se unían nuevamente al reino de España y en 1865 proclamaron su independencia del reino iberico.

INDEPENDENCIA DE AMÉRICA DEL SUR ESPAÑOLA

La primera nación hispanoamericana en declarar la independencia fue Venezuela y el primer virreinato fue Nueva Granada, seguido por la zona argentina del Virreinato del Río de la Plata.

Cuando estallaron las guerras de independencia en 1810, la zona del Perú contemporáneo se convirtió en el centro de la reacción realista española en América del Sur. España reincorporó al Virreinato del Perú las provincias de Córdoba (hoy Argentina), La Paz, Potosí, Charcas, (actualmente en Bolivia), Rancagua y Quito (hoy Ecuador). Aunque la Capitanía General (peruana) de Chile se levantó pronto bajo la influencia de los separatistas del Río de la Plata, el virrey español del Perú también pudo mantener bajo su control la isla patagónica de Chiloé.

En orden cronológico, oficialmente, en 1811 Venezuela declaró su independencia de España, seguido por Argentina (1816), Chile (1818), Colombia (1819), Perú (1821), Ecuador (1822) y Bolivia (1825) – a partir de 1776 el área de la actual Bolivia había sido anexada al recién nacido Virreinato de Río de la Plata (que se creó a partir de las partes más meridionales del Virreinato del Perú como ya hemos visto), pero cabe destacar que Simón Bolívar, uno de los principales padres de la independencia de Hispanoamérica, declaró la independencia de Bolivia del Virreinato del Perú en 1826, y no de España ni del Virreinato del Río de la Plata.

URUGUAY O LA BANDA ORIENTAL. La Banda Oriental era un territorio español (según el Tratado de Tordesillas) continuamente amenazado por los portugueses que constantemente ocupaban tierras en esa zona del Virreinato del Perú. De hecho, una de las principales razones que llevaron a la fundación de Buenos Aires (1536) fue disuadir a los portugueses. Así, desde el inicio de la colonización la Banda Oriental (antiguo nombre colonial) fue zona de conflictos entre los hispanoamericanos y los portugueses de Brasil. La Banda Oriental incluía Uruguay y parte de lo que hoy es el estado brasileño de Rio Grande del Sur. Con la creación del Virreinato del Río de la Plata en 1776, la jurisdicción de la Banda Oriental pasó de Lima a Buenos Aires.

Algunas décadas después, luego de la declaración de independencia de la zona rioplantense de Argentina, la dirigencia de Buenos Aires invitó a los portugueses de Brasil a invadir la llamada Banda Oriental para eliminar un líder uruguayo (Artigas) que se oponía a sus planes, y que abrazaba ideas revolucionarias agrarias similes a las adoptadas por los líderes de Haití. Como consecuencia, Uruguay pasó a formar parte del Imperio de Brasil durante tres años. Sucesivamente, con la intervención del Reino Unido, Uruguay pudo declarar su independencia del Imperio Brasileño y del reino de Portugal en 1825 y se unió a las Provincias Unidas del Río de la Plata. Pero los conflictos entre los portugueses y las Provincias Unidas por el dominio del territorio siguieron, hasta 1828, cuando nuevamente con la mediación del reino de Gran Bretaña se creó la república de Uruguay. Una nueva república, según algunos historiadores, funcional a los intereses del Reino Unido.

PARAGUAY. En 1842 Paraguay anunció la independencia del país “de todas las potencias extranjeras”, pero en particular la declaró con respecto a la Confederación Argentina (el último estado predecesor de la Argentina moderna), cuyas autoridades se negaron – y seguirán negándose durante otros diez años – a reconocer su independencia. Como ya mencioné, desde el 1776, o sea desde la creación del Virreinato del Río de la Plata, la zona de Paraguay era administrada por los españoles desde Buenos Aires.

En algunos casos la independencia de la América Española derivó en nuevos estados que ya no existen, como en el caso de la República de Centroamérica en el antiguo Virreinato de Nueva España. En América del Sur dos son bien conocidos.

GRAN COLOMBIA. Oficialmente la República de Colombia, mejor conocida como Gran Colombia, fue creada en 1819. (Aproximadamente) Colombia, Panamá, Venezuela y Ecuador formaban parte de ella. En 1830 Venezuela y Ecuador abandonaron la Gran Colombia, la cual se disolvió al año siguiente convirtiéndose en la República de Nueva Granada, formada por Colombia y Panamá.

Gran Colombia.

El caso especial de PANAMÁ merece al menos unas palabras. La Comandancia General de Tierra Firme fue creada en Panamá en 1753. Dependía del virrey de Nueva Granada en materia administrativa – originariamente iba a depender de la Audiencia de Lima (Perú) en materia judicial, como en los siglos anteriores, pero en 1752 también esta compotencia pasó a la Audiencia de Bogotá.

La Comandancia General de Panamá declaró su independencia de España en 1821 y se unió a la Gran Colombia. Cuando Venezuela y Ecuador se proclamaron repúblicas autónomas, Panamá siguió siendo parte de Colombia (por entonces llamada República de la Nueva Granada). Fue recién en 1903, cuando Bogotá se opuso a los planes de los EE.UU. para la construcción y posterior administración del futuro canal de Panamá, que los panameños declararon su independencia de Colombia.

CONFEDERACIÓN PERÚ-BOLIVIANA (1836-1839). Estaba formada por las repúblicas de Bolivia, Sur-Perú y Norte-Perú. Incluía también los territorios de Jujuy y Salta, hoy en Argentina, el norte de lo que hoy es Chile y parte de la actual selva amazónica brasileña.

En conclusión: el enorme territorio de la América Española, al contrario de lo que sucedió en las colonias británicas de América del Norte, que, como hemos visto, se hicieron notablemente más grandes principalmente a través de la toma de “tierras hispanas”, quedó fragmentado en muchas nuevas naciones y nacionalismos. ¿Por qué? ¿Quién se benefició? ¿Solamente las élites locales? Probablemente solo las personas ingenuas, ignorantes y profundamente adoctrinadas no puedan ver aquí la vieja estrategia de divide y vencerás.

BRASIL, UNA CRIATURA COLONIAL BAJO EL PARAGUAS DEL REINO UNIDO

Como ya señalé, el Tratado de Tordesillas de 1494 delimitó las fronteras entre España y Portugal. Sin embargo, la ocupación permanente en Brasil no comenzó hasta que Sao Vicente (en el estado de San Pablo) fue fundada por Martim Afonso de Sousa en 1532 – aunque antes habían sido establecidos puestos comerciales temporales para recolectar el famoso palo de Brasil, utilizado como tinte en Europa.

Al principio, los portugueses decidieron asignar la tarea de colonización a empresarios privados, llamados donatarios, cada uno de los cuales se convertiría en propietario y administrador de una capitanía hereditaria – este sistema de feudo ya había tenido éxito en el asentamiento de las colonias portuguesas en África.

De 1534 a 1536, se crearon 15 capitanías en la América portuguesa. Las capitanías eran feudos autónomos y en su mayoría privados del Imperio Portugués, cada una de ellas dirigida por un capitán mayor, que era su propietario.

Las primeras capitanías se trazaron en franjas paralelas al ecuador, comenzando en la costa atlántica y terminando al oeste en la Línea de Tordesillas, donde comenzaba el territorio español.

Con el fracaso de la mayoría de las capitanías y la amenazante presencia de barcos franceses a lo largo de la costa brasileña, Portugal decidió de convertir la colonización de Brasil en una empresa real. En 1549 se estableció un gobierno central en Salvador de Bahía que se convirtió en la primera capital de Brasil. En el siglo XVII, después de la expulsión de los franceses, Río de Janeiro se volvió un puerto de exportación mucho más práctico que Salvador, y la administración colonial se trasladó allí en 1763.

FRANCIA ANTÁRTICA

Ansiosa por un pedazo de tierra continental sudamericana, en 1555 Francia fundó Francia Antártica en Río de Janeiro, una colonia francesa que existió entre 1555 y 1567 que se extendía sobre la costa, desde Río de Janeiro hasta Cabo Frio. La colonia francesa fue destruida definitivamente por los portugueses en 1567.

EL BRASIL HOLANDÉS

También conocido como Nueva Holanda, fue una colonia de la República Holandesa en la parte noreste del Brasil actual. Los holandeses lograron controlar el área desde 1630 hasta 1654, cuando fueron expulsados ​​por los portugueses.

BRASIL PORTUGUÉS VERSUS AMÉRICA ESPAÑOLA

Desde el comienzo de la invasión portuguesa de América, las fronteras española y portuguesa establecidas por el Tratado de Tordesillas fueron escenarios de conflicto entre los dos reinos ibéricos y sus pueblos. Sin embargo, parece que fue especialmente durante el lapso de tiempo en que Portugal fue anexado al reino de España, de 1580 a 1640, cuando los españoles disminuyeron su control sobre sus tierras coloniales, que los portugueses penetraron en el Virreinato del Perú hacia el oeste y el sur. Y fueron estos asentamientos portugueses ”ilegales” los que le dieron a Brasil su forma actual.

LA EXPANSIÓN PORTUGUESA HACIA EL SUR. Fue realizada principalmente por los ‘bandeirantes’ (llamados también paulistas) del actual estado de San Pablo, cuya principal actividad económica era el comercio de esclavos nativos americanos. Considerados por los españoles piratas de la tierra, en Brasil los bandeirantes son reconocidos por haber llevado las fronteras de la América portuguesa mucho más allá de lo establecido en el Tratado de Tordesillas.

EXPANSIÓN PORTUGUESA HACIA EL OESTE. Los asentamientos portugueses se extendieron en la cuenca del Amazonas entre 1580 y 1640 – la cuenca del Amazonas era parte del virreinato español del Perú.

Estas disputas territoriales se resolvieron con el Tratado de Madrid de 1750 y otros concordatos. El Tratado de Madrid ya se basaba en los nuevos principios de “quien posee de hecho posee de derecho” y “límites naturales”, enunciando respectivamente en el preámbulo: “cada parte debe quedarse con lo que ahora posee” (los mismos principios impuestos posteriormente por los británicos a los españoles en América del Norte). Por lo tanto, el Tratado de Madrid autorizó a los portugueses a retener las tierras que habían ocupado a expensas del Imperio Español. El tratado también estipulaba que España recibiría la Colonia del Sacramento, fundada por los portugueses frente a Buenos Aires, a orillas del Río de la Plata, y Portugal las Misiones Orientales, o sea siete misiones jesuíticas independientes del alto río Uruguay, mientras que el Tratado de Tordesillas fue definitivamente abolido.

Por lo tanto, gracias al Tratado de Madrid, Brasil aumentó considerablemente su tamaño y definió sustancialmente sus fronteras modernas.

ALGUNAS NOTAS Y REFLEXIONES SOBRE EL CARIBE

La historia colonial del continente americano podría resumirse brevemente como la historia de las invasiones europeas de las tierras de los pueblos nativos de América y de las guerras entre los europeos para controlar partes de esos territorios. El Tratado de Tordesillas, la principal y más antigua ley que reguló la propiedad de las tierras ”descubiertas” por Cristóbal Colón, entregó a España, exactamente al reino de Castilla, la mayor parte de los territorios de los pueblos originarios y una pequeña tajada al reino de Portugal. De consecuencia, muy pronto, todas las demás potencias europeas entraron en guerra con el Imperio Español, y en algunos raros casos contra el Imperio Porugués, para obtener una parte para ellas. Por lo tanto casi todas las naciones americanas que hoy forman parte de Francia, Holanda, Gran Bretaña o que en el pasado fueron sus colonias, son hijas de aquellas guerras contra el mundo hispánico.

Estas guerras comenzaron a principios del siglo XVI, cuando todas las demás potencias europeas decidieron que era injusto que solamente España y Portugal se beneficiarian de las riquezas de tierras arrebatadas a los pueblos originarios, y comenzaron a interesarse en las islas del Caribe. Veamos algunos casos curiosos:

CURAZAO. En 1634 una expedición de la Compañía Holandesa de las Indias Occidentales conquistó la isla de Curazao. La pequeña colonia española y casi toda la población de indios arahuacos que se negaron a jurar obediencia a los Países Bajos, fueron expulsados y se refugiaron en las costas de Venezuela.

JAMAICA. En 1655 los piratas británicos conquistaron Jamaica. Los españoles se habían asentado sólo en la parte sur de la isla.

HAITÍ. En 1697 España cedió a Francia el tercio occidental de La Española, que se convirtió en Saint Domingue (hoy conocido con el nombre de Haití).

BAHAMAS. Desde el siglo XV hasta el siglo XVIII las Bahamas estuvieron bajo soberanía española. Por su ubicación estratégica en la “Ruta de los Galeones”, fueron transformándose poco a poco en escondites y nidos de piratas, bucaneros y filibusteros, especialmente ingleses. En 1784, debido a la gran cantidad de colonos británicos en las islas, la soberanía del archipiélago fue transferida de España al Reino Unido.

Antes de terminar este largo informe de dos partes, quiero hacerles saber que si bien su presencia es nula hoy, también los daneses y los suecos lograron obtener en el pasado algunas tierras en el Caribe.

ISLAS VÍRGENES DANESAS. El territorio danés era constituido por las islas de Santo Tomás (Saint Thomas, 1672), San Juan (Saint John, 1718) y Santa Cruz (Saint Croix, 1733). Los colonizadores daneses exportaban armas de fuego y otros productos manufacturados a África a cambio de esclavos, ya que la economía de las Indias Occidentales danesas dependía de la esclavitud. Durante breves períodos, las islas fueron ocupadas por los británicos.

Después de la abolición de la esclavitud en 1852, el parlamento danés debatió por primera vez la venta de la colonia cada vez menos rentable. Entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, Dinamarca intentó varias veces vender – o intercambiar – las Indias Occidentales danesas a los Estados Unidos y al Imperio Alemán. Las islas finalmente se vendieron por 25 millones de dólares a los Estados Unidos en 1917. El nuevo ‘propietario’ las rebautizó como Islas Vírgenes de los Estados Unidos.

SUECIA EN EL CARIBE. La colonia sueca de San Bartolomé (1784–1878), ubicada en las Antillas Menores, funcionó como puerto franco. La isla pasó a manos suecas como consecuencia de las guerras napoleónicas. Suecia pensó en venderla al recién nacido reino de Italia o a los Estados Unidos pero al final la vendió a Francia. El precio de la transacción fue de 80.000 francos para los activos suecos y de 320.000 francos para la repatriación y jubilación de los funcionarios suecos. El 16 de marzo de 1878, los franceses volvieron a ocupar oficialmente San Bartolomé.

Después de leer este informe de dos partes, probablemente ahora tengas una idea general sobre cómo los países americanos de hoy obtuvieron sus formas y fronteras actuales. Hemos visto cómo Canadá y los Estados Unidos de América, ambos antiguas colonias británicas, se hicieron notablemente más grandes. También Brasil, que fue durante la mayor parte de su historia colonial portuguesa una especie de protectorado del reino de Gran Bretaña, amplió notablemente su territorio, mientras que la América Española, el único gigante de la época colonial, un enorme territorio extremadamente rico en recursos naturales, se dividió en muchos países e identidades nacionales.

La historia escrita por los invasores nunca es la verdadera historia. De manera similar, la historia escrita por los ganadores nunca es la verdadera historia. Y la historia siempre la escriben los vencedores.

¡Lee la PRIMERA PARTE de este reportaje sobre los Estados Unidos de América y Canadá!

AUTORA. Katia Novella Miller es una escritora e investigadora independiente interesada en temas que encuentra interesantes e importantes para el bien común de la humanidad. ”Mis objetivos son buscar la verdad y desenmascarar nuestros falsos sentidos de normalidad y de la realidad”. Para contactarla: katianovellamiller@protonmail.com . Para mayor información visita Quiénes Somos.

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